Definición e
Historia
La Genealogía es la ciencia que
estudia la ascendencia y descendencia de las personas y por
tanto es tan antigua como la familia misma, es por eso que la
encontramos en la historia de todos los pueblos de la antigüedad,
no sólo para regular los derechos meramente privados y
familiares, sino para gozar de los derechos públicos, como eran
los cargos religiosos y militares de las tribus, y con mayor
razón para el jefe de ellas, sobre todo desde que esta jefatura
se hizo hereditaria, convirtiéndose en monarquía.
Edad Antigua
En la Edad Antigua, en la India
se conservaban cuidadosamente las genealogías, en vista de que,
para una princesa casarse el pretendiente tenía que probar que
descendía de una familia noble.
En Egipto, los sacerdotes y
guerreros que formaban la primera y segunda nobleza, se sucedían
genealógicamente en sus oficios; privilegio de los guerreros era
que entre ellos se eligiera el Faraón, cuyo poder pasaba
sucesivamente al primogénito, formando así las dinastías. La
célebre Cleopatra, de la dinastía de los Ptolomeos, fue la
última faraona, de las treinta y dos dinastías que llenaron la
historia de Egipto y que comprendieron unos 3,300 años antes de
Cristo.
En la antigua Grecia, la
genealogía se manifestaba en sus reyes, en la nobleza y en los
héroes, a los que ligaba por vínculos de parentesco con los
propios dioses. Ulises, el héroe de la guerra de Troya, era
hijo de Laertes, nieto de Arcesio y segundo nieto de Júpiter,
padre y rey de los dioses.
En Roma, el interés genealógico
fue más allá de lo religioso, se encuentra en lo jurídico y en
lo social. En el Derecho fueron muchas las instituciones en que
intervino el parentesco, los parientes se llamaban
agnados
o
cognados,
según descendieran por la línea de varón o por la línea de
hembra. En lo social, ser miembro de una
gens
era una condición de la ciudadanía romana, la
gens
era una unidad política, una subdivisión de una curia, la cual a
su vez era parte de una tribu. Sólo las personas que tenían el
mismo nombre gentil, nacían libres, no contaban esclavos entre
sus progenitores, ni habían sufrido degradaciones en su
categoría social, podían pertenecer a una
gens. La
gens,
adoptaba a todo aquél que pudiera localizar su descendencia a
través de los varones hasta un antepasado común, a quien todos
ellos veneraban. Según la tradición, los antiguos romanos fueron
divididos en tres tribus y treinta curias por Rómulo, fundador
de Roma, el cual procedía de la
gens Julia,
cuyo origen está en Julo, hijo de Eneas y éste a su vez de
Venus, la diosa del Amor.
Los pueblos normandos y vikingos
apreciaban también la genealogía, los vikingos lo muestran en
sus cantos guerreros, y para los normandos se consideran más
distinguidas y más apreciadas las personas de las que se conoce
varias generaciones de antepasados.
En el pueblo hebreo la
genealogía tuvo una singular importancia, pues al ser anunciado
por Patriarcas y Profetas que el Mesías, redentor del género
humano, habría de nacer del propio pueblo, todos trataban de
tener la más detallada y completa genealogía de su linaje, con
la esperanza de que el Hijo de Dios, se dignara engrandecerle
con su nacimiento. Esta era la razón por lo que los hebreos
anhelaban tener muchos hijos, así su descendencia sería numerosa
y no se extinguiría en muchos siglos. Las genealogías de los
hebreos son, en su mayoría, por consanguinidad, de varón a varón
por la línea de los primogénitos. La medida de la importancia
que el Pueblo de Dios daba a la genealogía la da el hecho de que
once capítulos del Génesis, que comprenden más de dos mil años,
detallan cronológicamente la descendencia humana desde Adán
hasta el Patriarca Abraham. En el Antiguo Testamento de la
Sagrada Biblia existen cientos de genealogías, siendo las más
importantes en el libro del Génesis: la descendencia de Caín
(IV, 17-22), llamada “Hijos de los hombres”; la de Set (V,
1-31), estirpe de Patriarcas y Santos progenitores del Mesías, a
cuya descendencia se le llamó “Hijos de Dios”, la de Noé (VI,
9-10 y IX, 18-19) y sus tres hijos, Jafet, Cam y Sem,
propagadores del linaje humano (X, 1-32) y la descendencia de
Jacob, por línea de sus doce hijos, progenitores de las tribus
de Israel (XLVI, 8-25); y en el libro del Exodo: la descendencia
de Moisés (XVIII, 2-6). En el Nuevo Testamento en el Evangelio
de San Mateo: la genealogía de Jesucristo desde Adán (I, 1-17),
en esta genealogía se pone los padres carnales de San José; y en
el Evangelio de San Lucas: la genealogía ascendiente de
Jesucristo hasta Adán (IV, 23-38), en esta genealogía se pone
los padres legales de San José, pues conforme a la ley mosaica,
cuando el marido de una mujer moría sin tener hijos de ella, el
hermano del difunto se casaba con la viuda, y los hijos que
tuviera con ella se reconocían como hijos del primer marido.
En el pueblo Arabe, después que
Mahoma escribió los dogmas y leyes que conforman el Corán, se
inició cierta tendencia a conservar el recuerdo de los linajes
que descendían del Profeta, estas genealogías siguen
conservándose, principalmente entre los jefes de los Estados
musulmanes: el Sha de Persia, el Rey de Arabia o el Sultán de
Marruecos, si han alcanzado sus respectivos tronos, ha sido por
saberse con certeza que son descendientes de Mahoma.
En los pueblos americanos, sobre
todo en aquellos con civilizaciones más adelantadas, como el
imperio Maya en México, y el imperio Inca en el Perú, también se
conoció y aplicó la genealogía. Igualmente en estas culturas
tanto la jefatura civil, como la militar y la sacerdotal se
transmitían genealógicamente por línea de los primogénitos.
Edad Media
En la Edad Media, la nobleza
mantenía su interés en conservar sus prerrogativas, honores y
derechos que durante siglos había conseguido. Para poderlos
disfrutar había de saberse con certeza que la nobleza les venía
de sus antepasados; así podían entrar al servicio de la persona
del Rey, desempeñar cargos de honor, y en la milicia, los mandos
más elevados; participando en cierto modo, del ejercicio del
poder.
El uso del nombre y apellido,
generalizado por completo en la Edad Media, hizo a la Genealogía
más precisa, si bien aún faltaba claridad en los casos en que un
hijo tomaba por su apellido el apellido de la madre, o en el del
fundador de un mayorazgo que para gozarle hubiera impuesto como
carga el uso de su apellido y armas. Como fue el caso del
Cardenal Richeliu, que les impuso por testamento a sus
descendientes colaterales esas condiciones para poder disfrutar
de sus legados. En uno de los párrafos de dicho documento,
dictado en Narbona, ciudad al sur de Francia, el 23 de mayo de
1642, dice “Quiero y deseo que todos los legados que antes he
hecho al dicho Armand de Vignerot, mi resobrino, sean con la
obligación y condición expresa de que tome el único nombre de
Du Plessis de Richeliu, y que mi dicho sobrino y sus
descendientes que me sucedan, en virtud del presente testamento,
no puedan tomar ni llevar otro nombre, ni dividir las armas de
la casa, so pena de perder la institución y sustitución que hago
en su favor.”
Edad Moderna
En tiempos más cercanos a
nosotros, en los albores de la Edad Moderna, la Genealogía
comienza a desarrollarse sobre bases más ciertas, ya que a
finales del siglo XV, y más extensamente en el siglo XVI, se
puede hacer constar con fechas exactas los actos principales de
la vida de los descendientes de un linaje. Debemos a la Iglesia
Católica este avance; en el Concilio de Trento se dispone de
forma obligatoria llevar en libros los actos sacramentales de
bautismo, casamiento y defunción de las personas.
Sin embargo, a pesar de estos
avances, desde el siglo XVIII la Genealogía venía perdiendo
prestigio, en vista de que la mayoría de los genealogistas, para
adular y saciar el orgullo y vanidad de algunas personas, no
reparaban en dar por cierta la fábula, exagerar los hechos o
falsearlos. Al punto que el diccionario Larousse llegó a definir
esta ciencia como la “que inventaba las fábulas más absurdas” y
era corriente escuchar en las conversaciones la frase “mentir
como un genealogista”. Afortunadamente en la actualidad los
adelantos de las ciencias y el sentido común y desinterés de
cuantos aplican y se ocupan de la Genealogía han superado aquel
desprestigio operándose en ella un renacimiento.
Ya no se limita la Genealogía a
ser auxiliar de la Historia, hoy por hoy es piedra fundamental
de muchas otras ciencias tales como, la Estadística, la Medicina,
y el Derecho, entre otras. Pero para cumplir la misión que la
espera, la Genealogía tendrá que hacerse más completa y
proporcionar datos que hoy no se le exigen y que hasta hace poco
se creía no podían interesar. Sólo así, la Genealogía en la
práctica, será verdaderamente útil.
Genealogía
Aplicada
La
Genealogía pura
se ocupa básicamente de
establecer las relaciones de parentesco entre las personas de
una misma estirpe
y para tal fin, se
interrelaciona con otras ciencias y disciplinas, entre las
cuales podemos señalar: la
Cronología,
que es la ciencia que establece el calendario y que se refleja
en los documentos a través de las fechas; la
Sigilografía,
que es la ciencia que se dedica al estudio de los sellos
adheridos a los documentos para determinar la autenticidad de
los mismos; la
Archivología,
que es la disciplina que estudia los archivos en todos sus
aspectos y que nos sirve para preservar y consultar todos los
documentos y datos obtenidos; la
Bibliografía,
que es el conocimiento de libros y ediciones sobre el tema que
nos ocupa; la
Paleografía, que es
la ciencia que se ocupa de descifrar las escrituras antiguas; la
Diplomática
que es el estudio científico de los diplomas y otros documentos,
examina la procedencia y origen legítimo de los mismos, los
interpreta y les da su verdadera significación; la
Grafología,
ciencia que mediante el estudio de la letra sirve para
determinar la sicología, carácter y ánimo del individuo al
momento de producirla; la
Heráldica
que es el arte del blasón y que
guarda relación directa con la genealogía en cuánto a que se
considera como una prolongación gráfica del apellido; la
Nobiliaria,
ciencia al derecho nobiliario y a las pruebas de nobleza y la
Genética
que es parte de la
ciencia de la biología que estudia la herencia y todo lo
relacionado con ella. Lógicamente no puede faltar la
Historia
de la cual se ha dicho
siempre que la genealogía es ciencia auxiliar. Jerzy Topolsky
en su libro Metodología de la Historia, dice que “El método
genealógico se usa cuando nos apoyamos en nuestro conocimiento
genealógico para establecer un hecho (histórico) sobre el que no
nos informan las fuentes.” y “…para establecer de modo indirecto
los hechos…”.
Por otro lado, la
Genealogía aplicada
utiliza los datos
recogidos al realizar una
genealogía pura
para ofrecerlos a las
otras ciencias que lo necesitan, reconociendo que los datos
serán útiles y eficaces en la medida en que sean ciertos. Como ejemplo podemos señalar que la estadística reduce a números los
hechos genealógicos. En el aspecto demográfico, los estudios
sobre natalidad, matrimonio y mortalidad permiten sacar
importantes resultados por los que se define la salud y el
bienestar de los pueblos. Asimismo, el interés que liga a la
medicina con la genealogía es el de conocer y estudiar las
enfermedades y taras que se transmiten por la herencia. El
conocimiento de las enfermedades que aquejaron a los padres,
abuelos y parientes cercanos de una persona puede ayudarle a
prevenir dichas dolencias y con su médico poder establecer un
diagnóstico temprano y aplicar un tratamiento adecuado, antes de
que la misma se desarrolle a niveles críticos. En el marco legal
la relación de la genealogía con el derecho civil se refleja,
entre otros actos, en el impedimento para una pareja contraer
matrimonio, al ejercicio de la tutela de un menor o persona
incapacitada y al derecho hereditario en la sucesión de bienes.
Fuentes, Leyes
y Reglas Genealógicas
Las fuentes genealógicas son los
medios de los que nos valemos para obtener datos e información
sobre personajes del pasado. Dichas fuentes pueden ser orales o
escritas. Las primeras se basan en la tradición, que es la
transmisión del hecho o del relato de boca en boca corriendo el
riesgo de ser alterado. Según Juan Vázquez de Mella (1861-1928),
escritor y orador político español, “la tradición es una especie
de todo sucesivo, formado por los siglos, por las generaciones”…“un
caudal de ideas, sentimientos e instituciones que pasa de unas
generaciones a otras como una herencia social”. Las segundas
fuentes son las escritas, basadas principalmente en documentos
que registran el hecho y que dan fe de su verdadera existencia y
también en inscripciones en monumentos, pinturas, losas
sepulcrales, monedas, etc.
Los documentos se dividen en
tres grupos: actas, cartas y documentos varios. Las actas son
los testimonios escritos sobre hechos de naturaleza jurídica y
las cartas son las misivas personales. Los documentos por su
naturaleza se dividen en eclesiásticos y civiles, y por su
solemnidad en públicos y privados. Algunos de los documentos
eminentemente genealógicos son: a) los libros parroquiales de
bautismo, matrimonio y defunción y b) los libros y
certificaciones del registro del Estado Civil.
Debiendo ser la genealogía
reflejo de la verdad tiene que comprobarse con rigor científico
todos cuantos datos y hechos se utilicen en la realización de
cualquier estudio o investigación. Para ello esta ciencia debe
valerse de leyes tomadas de la crítica histórica y de reglas
deducidas de la experiencia.
Las leyes genealógicas son:
1. Preferir las
fuentes documentales a las orales,
2. Anteponer
las fuentes espontaneas a las preparadas,
3. Dar primacía
a los testimonios oficiales sobre los relatos particulares, y
4. Confirmar
por otros documentos cualquier dato o fecha que deba hacerse
constar,
salvo que se haya
tomado de documento auténtico.
y
las reglas genealógicas son:
1. Elegir
aquellas fuentes cuyo autor está más próximo en tiempo y lugar a
los hechos
que se narran,
prefiriendo los que hubieren sido testigos presenciales del
mismo,
2. Comprobar
que los documentos sean tales y no una narración escrita de una
leyenda o tradición,
3. Comprobar la
identidad de una persona por dos o más documentos diferentes,
4. En caso de
que alguna persona hubiera contraído dos o más matrimonios
comprobar
de cuales hubo
descendencia y asignar a los que la hubieron los hijos
correspondientes,
5. No confundir
una persona con otra de igual nombre para colocarla en lugares
que no le corresponde. El
cambio del abuelo por el nieto o viceversa disminuye o
alarga en dos
generaciones dando lugar a una ascendencia o descendencia
equivocada,
6. Cerciorarse
de que las personas no han sufrido cambio de apellido, y
7. Para evitar
falsificaciones totales o parciales de documentos, examinar el
papel,
la tinta, la escritura y
la redacción para saber si se ajustan al estilo de la época
en que el documento fue
expedido.
Vínculos y
Grados de Parentesco
Parentesco es la relación o
conexión que existe entre varias personas en virtud de la
naturaleza, la ley o la religión. El parentesco se dice
natural
si se funda en vínculos de
sangre, por consanguinidad, y puede ser legítimo o ilegítimo,
según se origine por matrimonio o por uniones ilícitas; el
parentesco por
afinidad es el que
existe entre un cónyuge y los parientes del otro, suegro, yerno,
nuera, etc., y los que conocemos por hermanos, primos o tíos
políticos;
el parentesco civil
es el creado por la ley, como el
de la adopción; y el parentesco
espiritual o sacramental
es el que se crea por el
hecho de recibir los sacramentos del Bautismo y Confirmación,
entre el ministro que los administra, el que los recibe, sus
padres y los padrinos.
Es preciso dar una idea entre
los diferentes grupos de parentesco que se comprenden desde la
estirpe, unidad superior, al individuo, unidad inferior. Estirpe es el conjunto formado por la descendencia completa de
un sujeto. Es la raíz más antigua, el tronco de los linajes que
a su vez produce las ramas y las familias. La estirpe es la raíz
de algo cuyo origen perdemos en el tiempo, pero que para
nosotros arranca de una procedencia documentalmente conocida que
es nuestro ascendiente más antiguo, el que a partir de él se
constituye la totalidad, el conjunto de sujetos derivados del
mismo. A esa estirpe se le llama tronco cuando se limita al
estudio de la principal, es decir de varón a varón de la línea
agnada. El tronco es común a varias líneas, pues de él van
saliendo para transformarse en ramas. Se entiende por rama una
serie de personas que traen su origen en un mismo tronco y se
origina por una desvinculación del tronco por razones de índole
distintas. El linaje corresponde a una vinculación consanguínea
amplia que comprende a las ramas, a las familias y a los
individuos, y se aplica particularmente para la descendencia
agnada. La familia está constituida por individuos que suelen
vivir bajo un mismo techo y que los une un parentesco de
consanguinidad y de afinidad.
La familia con relación a un
individuo está compuesta por los miembros ascendientes que son
los padres, los abuelos, los bisabuelos, etc.; los miembros
descendientes que son los hijos, los nietos, los bisnietos, etc.
y los miembros colaterales que son los hermanos, los primos, los
tíos y los sobrinos.
La familia es el vínculo más
fuerte de nuestra sociedad, pues los vínculos de sangre resultan
mucho más potentes que los de interés. Por eso conocer a la
familia debe ser algo muy importante para el individuo, no sólo
bajo el aspecto sentimental, sino también bajo el aspecto
práctico de la vida.
La relación entre los miembros
consanguíneos de una familia se mide en grados. El grado de
parentesco es un termino legal. El grado
civil entre dos
parientes se mide contando en línea recta el número de personas
que hay entre ellos a través de un ancestro común, mientras que
el grado canónico
entre dos parientes
se mide contando en línea recta el número de personas que hay
del pariente más alejado al ancestro común más próximo a los
dos.
Dependiendo de la proximidad de
parentesco que haya entre dos individuos, tanto por la iglesia
como por la ley civil, existe impedimento de matrimonio, aunque
se tiene la posibilidad de dispensa según la gravedad del caso y
de quienes sean los contrayentes. En nuestro país, la Ley No.
659 del 17 de julio de 1944, en su artículo 56 inciso 6, prohíbe
contraer matrimonio, sin posibilidad de dispensa: a) Entre todos
los ascendientes y descendientes, legítimos o naturales, y los
afines en la misma línea (o sea entre padre e hija, abuela y
nieto, suegro y nuera, suegra y yerno); b) Entre el padre o
madre adoptante y el adoptado, y entre aquellos y el cónyuge
viudo de éste; y d) Entre hermanos legítimos o naturales. Esta
Ley 659, antes mencionada, modificó entre otros los artículos
originales No. 162 y 163 de nuestro Código Civil, que eran aún
más estrictos, ya que prohibían además contraer matrimonio entre
los hermanos legítimos o naturales con los afines del mismo
grado (cuñados y cuñadas) y prohibían también entre tío y
sobrina y tía y sobrino.
Metodología
para una Investigación
Sobre la base de la experiencia
que he podido adquirir en mis actividades de investigación,
considero que la siguiente metodología puede aplicarse para la
realización de cualquier trabajo de índole genealógico. Esta
metodología está compuesta de ocho pasos que son:
1.
Elección de la persona en torno a la cual se realizará la
investigación,
2.
Ejecución del censo familiar,
3.
Registro de información por cada miembro de la familia,
4.
Verificación de los datos obtenidos,
5.
Análisis e interpretación de la información obtenida,
6.
Sistema de almacenamiento de los datos,
7.
Divulgación del estudio o la investigación genealógica, y
8.
Marco de alcance de divulgación.
1. La
persona en torno a la cual se realizará la investigación puede
elegirse:
- por
ser tronco de una familia;
- por la
relevancia de su vida pública o del ejercicio de su profesión;
- para
la comprobación de parentescos que consignen el derecho
sobre apellidos, títulos
y herencias;
- para
el testimonio de su limpieza de sangre;
- para
la obtención estadística de características hereditarias y
otros indicadores
científicos; o
- por
motivaciones religiosas.
2. El
censo familiar puede realizarse:
-
mediante el empadronamiento de todos los descendientes
directos de la persona elegida como figura principal, y
- mediante
entrevistas a los miembros de la familia que
puedan
aportar la mayor cantidad de datos sobre el
origen,
la historia, la conformación y la extensión familiar
Los parientes de mayor edad que
gocen de buena memoria son las mejores fuentes orales para
obtener información sobre la tradición familiar. Deberán dejarse
por escrito todos los datos que puedan recogerse y más adelante
al revisar el material obtenido, podrá seleccionarse la
información que finalmente se utilizará.
3.
Para cada miembro de la familia se registrará la información
obtenida en fichas, cuadros y hojas de vida.
a) Las fichas:
- se
confeccionarán con los campos de datos requeridos,
- se
llenarán con las informaciones correspondientes, y
- se
codificarán para establecer el grado de parentesco
de ese
miembro con la figura principal.
b) Los cuadros sinópticos:
- se diseñarán para que incluyan los ascendientes, padres,
abuelos,
bisabuelos y
tatarabuelos del individuo, y
- se
llenarán con las informaciones obtenidas.
c) Las hojas de vida:
- deberán contener
un breve recuento de la vida del individuo,
que
recoja hechos importantes y anécdotas interesantes
A título de ejemplo, los
siguientes renglones podrían utilizarse como un mínimo de campos
de datos para las fichas:
- código
de orden de descendencia (grado de parentesco)
- nombre
-
apellido paterno
-
apellido materno
- sexo
- fecha
de nacimiento
- lugar
de nacimiento
- fecha
de fallecimiento
- lugar
de fallecimiento
- nombre
completo del padre
- nombre
completo de la madre
- estado
civil
- fecha
de matrimonio
- lugar
de matrimonio
- nombre
completo del cónyuge
- fecha
de nacimiento del cónyuge
- lugar
de nacimiento del cónyuge
- fecha
de fallecimiento del cónyuge
- lugar
de fallecimiento del cónyuge
- número
de hijos
Otros campos de datos relevantes
se pueden incluir en las fichas. El alcance y la finalidad con
que se realice la investigación podría determinar la necesidad
de agregar muchos otros renglones.
Tales como:
-
nacionalidad
- raza
-
religión
- grado
académico
-
profesión u oficio
- tipo
sanguíneo
-
enfermedades padecidas
- causa
de fallecimiento
- domicilio
- migración a otras regiones
-
escuela donde estudió
-
cementerio donde fue sepultado
Además de identificar a un
miembro en particular, los datos de una ficha sirven para
obtener resultados estadísticos sobre el grupo familiar,
proporcionando indicadores, tales como:
- número
total de descendientes
- número
de descendientes por sexo
- número
de descendientes que llevan el apellido - potencial de
continuidad
- número
de descendientes que llevan el mismo nombre de la figura
principal
-
calendario de nacimientos de los descendientes
- número
de descendientes casados y solteros
- número
de descendientes vivos y fallecidos
-
mortalidad infantil y expectación de vida (quienes viven más -
los varones o las hembras)
- número
de descendientes fallecidos por alguna enfermedad en particular
- número
de descendientes que fueron militares, religiosos, ingenieros,
médicos, etc.
- número
de descendientes que viven en el extranjero o en algún país en
especial
-
directorio por profesión u oficio, ciudad y país donde vive,
etc.
4. La
verificación de los datos obtenidos y la incorporación de datos
adicionales se pueden realizar con las fuentes disponibles:
a) En los archivos:
-
parroquiales
- de
oficialías de estado civil
- de
ayuntamientos municipales
- de
cementerios
-
escolares
- de
relaciones exteriores
- del
congreso nacional
- el
general de la nación
- de la
oficina nacional de estadística
- de la
junta central electoral
-
militares
-
privados (clubes, logias, personales, etc.)
b) En fuentes bibliográfícas
dominicanas, como las de:
- la
Academia Dominicana de la Historia y su colección de libros y
boletines
Que contiene el trabajo más
amplio que se haya publicado en nuestro país, la colección de
nueve tomos de Carlos Larrazábal Blanco, titulada “Familias
Dominicanas”, es la obra obligada a consultar al iniciar
cualquier investigación genealógica.
- el
Archivo General de la Nación y su colección de libros y
boletines
- el Instituto
Dominicano de Genealogía y su colección de libros y boletines
- los
artículos en revistas / órganos de difusión de casas de estudios
- las
gacetas oficiales
- los
textos, y
- las
publicaciones en general
c) En documentos, tales como:
- actas
de nacimiento, adopción, matrimonio, divorcio y defunción
- actas
notariales
- testamentos
-
poderes
-
licencias y patentes comerciales
-
títulos de propiedad
- cartas
de ruta y pasaportes
- cédula
personal de identidad
-
declaraciones juradas
d) También en:
-
fotografías
-
correspondencias
-
recordatorios
-
lápidas sepulcrales
- censos
de población
- padrón
electoral
- guías
telefónicas
Es de suma importancia
establecer el orden de prioridad para la utilización de los
recursos de verificación de los cuales se disponga. Deberá
recurrirse a ellos y seleccionar su aplicación en función de su
confiabilidad.
La verificación de las fechas y
de los relatos históricos deberá efectuarse de manera confiable,
antes de hacer éstos de conocimiento público. En los casos en
que se relaten anécdotas no confirmadas, es conveniente
señalarlo. La credibilidad de los trabajos genealógicos depende
totalmente de la veracidad y sustentación de su contenido.
5. En
el proceso de análisis e interpretación de la información
obtenida deberemos tomar en cuenta:
- la
interpretación de definiciones sobre estado civil
(parejas
no casadas pero con hijos)
- la
actualización de datos toponímicos y geográficos
(cambios de nombres
de regiones o lugares)
- la
correlación de grados académicos con el sistema de educación
actual
(diferencias
en los requerimientos académicos)
- la
apropiación y utilización de apellidos por matrimonio, para
gozar de legados
6.
Para archivar la información obtenida, deberá seleccionarse un
sistema de almacenamiento adecuado. Dependiendo de la
disponibilidad económica, podría ser en:
-
expedientes (archivos tradicionales)
- discos
o cintas de computadoras
En el mercado existen varios
programas de computadoras para guardar datos genealógicos, los
cuales permiten imprimir ordenadamente la información en
diferentes formatos incluyendo el de libros y el de publicación
electrónica en el Web del Internet. Además, entre otras cosas,
realizan automáticamente, tanto los árboles familiares de
ascendencia como los de descendencia y establecen el nivel de
parentesco y grado de consanguinidad civil o canónico. Los
programas más conocidos son: el Reunion, el Root, y el Family
Tree Maker, entre otros. El programa que yo uso es el Family
Tree Maker que es de una firma americana, que además de mantener
el programa actualizado, ofrece a los usuarios toda clase de
datos para uso genealógico en el formato de CD y tiene un
ambicioso proyecto llamado World Family Tree o sea
Árbol Mundial de
Familias que pretende unir todas las familias del mundo. Este
proyecto se nutre de entregas voluntarias de los trabajos de
investigación de los usuarios, y actualmente contiene datos de
millones de individuos. De las informaciones publicadas en este
gran proyecto, he cosechado frutos, envista de que pude
encontrar datos desconocidos de familias relacionadas a las que
vengo investigando.
-
microfilme
El uso de la microficha o el
microfilme posibilita guardar una gran cantidad de datos en poco
espacio y se consigue microfotografiando los documentos. Para su
lectura se necesitan equipos especiales que amplían la
información en una pantalla o la imprimen en una hoja.
La institución que posee más
información genealógica guardada en microfichas y microfilme en
el mundo es La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los
últimos Días, ya que ellos creen que “las familias pueden quedar
vinculadas no solamente por esta vida sino por toda la eternidad”. Por
eso invierten importantes sumas de dinero en recoger registros
genealógicos de todas partes del mundo, conservándolos en el
corazón de una montaña de granito, con puertas a prueba de bomba
atómica, en la ciudad de Salt Lake en Utah, Estados Unidos de
NorteAmérica y en ayudar a todos sus miembros a realizar su
propia genealogía. En 1985, los mormones, como mejor se les
conoce y que son los miembros de esta Iglesia, consiguieron el
permiso de la Iglesia Católica y del Gobierno Dominicano para
microfotografiar los libros de los Registros Eclesiásticos (bautismo,
matrimonio y defunción) y del Estado Civil (declaración de
nacimiento, matrimonio y defunción) de la mayoría de las
comunidades del país, desde los libros más viejos hasta los del
año de 1930 en algunos casos. En la colección de rollos de los
mormones existen 840 rollos de microfilme dedicados a la
República Dominicana, 366 son de los Registros de la Iglesia
Católica y 474 son de los Registros del Estado Civil.
7. La
divulgación del estudio o de la investigación genealógica podrá
realizarse mediante:
-
reseñas
-
artículos
-
ponencias
-
entrevistas
-
directorio
-
publicación de obra completa
Antes de proceder con la
difusión del material es conveniente recurrir a personas
conocedoras en la materia, que puedan contribuir con la revisión
del trabajo, tanto en términos sustantivos como en términos de
composición y edición. La lectura crítica de otra persona podría
ayudarnos a identificar y corregir dicha falta. Muy a menudo
escribimos de historias familiares en la creencia de que todos
nuestros lectores la conocen y no siempre es así. A fin de
cuentas la meta primordial es una divulgación exitosa que, por
demás, resulte de provecho.
8. Y
por último, el marco de alcance de la divulgación que puede
ser:
- en
publicaciones privadas
- en
publicación en revistas y/o boletines especializados docentes o
culturales
- en
publicación en revistas y/o periódicos de circulación nacional
- como
difusión electrónica en el Internet
Instituto
Dominicano de Genealogía
Para aquellos que tienen interés
por conocer la procedencia de sus ancestros, en nuestro país,
contamos con el Instituto Dominicano de Genealogía, que fue
fundado por un grupo de miembros de la Academia Dominicana de la
Historia, el 26 de enero de 1983. El Instituto es una entidad
sin fines de lucro que tiene como objetivo primordial la
intensificación de los estudios y las labores de campo de la
ciencia de la genealogía.
Actualmente su presidente es el
Ing. Luis Héctor Arthur Sosa que nos honra con su presencia.
Para cumplir con su misión, el
Instituto difunde los trabajos y experiencias genealógicas de
sus miembros a través de charlas, boletines, libros, seminarios,
y conferencias. Además fomenta la amistad y el intercambio entre
las personas que se dedican a la investigación genealógica,
tanto en el país como en el extranjero. El Instituto está
conformado por veinticinco Miembros de Número y cincuenta
Miembros Correspondientes. Existen además otras categorías de
miembros según la naturaleza de su participación en las
actividades del Instituto.
La serie
principal de publicaciones consta actualmente de siete obras que
son:
1. Francisco Espaillat y el
Desarrollo del Cibao del Dr. Julio Campillo Pérez
2. Ulises Francisco
Espaillat y su Familia del Dr. Julio Campillo Pérez
3. Nosotros. La Familia
Pichardo-Román del Lic. Edwin Espinal Hernández
4. Arzobispo Adolfo
Alejandro Nouel y Bobadilla y su Familia del Ing. Luis José
Prieto Nouel
5. Más Familias Dominicanas
de Patria Concepción
6. La Familia de Máximo
Grullón Salcedo del Dr. Julio Campillo Pérez
7. Baní: Raíces Históricas
del Dr. Vetilio Manuel Valera Valdez
Y la nueva serie de pequeños
opúsculos sobre apellidos de Familias Dominicanas, que a la
fecha a producido tres entregas, que son:
1. Familia Socías del Ing.
Luis Héctor Arthur Sosa y un servidor
2. Familia Demallistre del
Ing. Luis José Prieto Nouel
3. Familia Pou de la Lic.
Mariajose Alvarez Gautier
El Instituto publica además un
boletín semestral, llamado Raíces en el cual difunde básicamente
las charlas ofrecidas en sus reuniones mensuales, así como
también reseñas, noticias y comentarios.
Quiero terminar esta charla
exhortando a los participantes del seminario a emprender sus
investigaciones y búsquedas de sus raíces familiares; les animo
a que escriban sobre los relatos, incidentes y anécdotas
familiares mientras éstas sean rescatables, de manera que
perduren como fuentes para el estudio de las actuales y futuras
generaciones.
Se ha dicho que la historia
familiar es base y fundamento de la historia de los pueblos. La
historia universal lo evidencia substancialmente. Contribuyamos
a escribir la historia de nuestro país, comencemos con nuestras
historias familiares.
Muchas Gracias.
Fuentes Bibliográficas:
Bailly, Auguste:
Richeliu, Madrid, 1969
Broderbund: Family
Tree Maker 5.0, USA, 1998
De cadenas y Vincent, Vicente:
Memorandum de la Genealogía Familiar, Madrid, 1975
Genealogical Society of Utah: Preserving
the Past, Salt Lake, 1986
Helmbold, F. Wilbur:
Tracing your Ancestry, USA, 1991
Instituto Dominicano de Genealogía: Estatutos y
Reglamentos, Santo Domingo, 1997
La
Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días:
Genealogía ¿por qué?, México, 1977
Larios y Martín, Don Jesús: Tratado de
Genealogía, Heráldica y Derecho Nobiliario, Madrid, 1984
Microsoft:
Enciclopedia Encarta 97, USA, 1996
Real Academia Española:
Diccionario de la Lengua Española, Madrid, 1995
Sociedades Bíblicas en
América Latina: La Santa Biblia, Great Britain,
1960
Soto Castillo, Nelson L.:
Código Civil y Compendio de Legislación Complementaria,
Santo Domingo, 1994
Thiébaud,
Jean-Marie: Pratique de la Généalogie, Besaçon,
1995
Topolsky, Jerzy: Metodología de la Historia,
Madrid, 1992