Eugenio Foundeur Lajeunesse y su hijo
Federico Fondeur Pérez
En la lápida de la tumba de uno de sus hijos, Achille Fondeur (cuyo
verdadero nombre era Basilio Fondeur), en San
Francisco de Macorís, no se lee Lajeneusse sino Yoben,
patronímico que según resalta Mario Augusto Penzo Pichardo en
su obra sobre Mario Penzo Fondeur, se trata de “un error en la
lápida”, por no existir este apellido en Francia, amén de que Lajeneusse es el patronímico con el que Margarita figura en el
acta de nacimiento de Achille (Basilio), quien solo aparece con
sus primeros nombres Michel Louis y cuya real fecha
de nacimiento era 31 y no 22 de octubre de 1816, como aparece en
su panteón. La forma Yoben, a juicio de este autor, puede ser la
redacción de la errada pronunciación de “joven” en idioma
castellano por un extranjero y al igual que De La Juvenile, una
deformación propia de la transmisión de datos por vía oral en el
transcurso de varias generaciones.
La existencia del apellido Lajeneusse en la colonia francesa de Saint
Domingue en el siglo XVIII, como lo testimonian las actas de
nacimiento de Marie Anne Lajeneusse, en Cayes du Fond en 1797, y
Marie Joseph Lajeneusse, en Fort Liberté en 1798, apuntarían a
acoger que dicho patronímico era el correspondiente a quien
fuera la esposa de Pierre Bergés.
Achille (Basilio) Fondeur, de acuerdo a la lápida referida, nació en Burdeos, y su
hermano Furcy, conforme su acta de defunción
—donde el apellido
de su madre se lee también Lajeneusse—, marcada con el número tres del Libro 2 de Defunciones de la Catedral
de Santiago, nació en París hacia 1815, pues murió el 22 de
noviembre de 1892 a la edad de 78 años. Si Furcy y Achille
(Basilio) Fondeur nacieron en 1815 y 1816, es imposible que fueran niños
llegados junto a las tropas de Leclerc en 1802 y
consecuentemente que su madre conociera en el barco en el que
venía como pasajera a Pierre Bergés.
Rafael Cantisano, en “Santiago y sus servicios médicos”, propone así que
Bergés llegó “probablemente” con el arribo de la expedición de
Leclerc. Este autor, citando a José Gabriel García, dice que
Bergés prestó sus servicios en Santiago a los accidentados
durante el terremoto del 7 de mayo de 1842. En 1844, de acuerdo
a un testimonio de Pedro Eugenio Curiel fechado en 1881, fue
observador de las tropas haitianas por encomienda del general
José María Imbert, en ocasión de la batalla acaecida en esa
ciudad el 30 de marzo de ese año.
De acuerdo con una carta del 13 de abril de 1844 del cónsul francés en
Santo Domingo, Eustache Juchereau de Saint Denys, Bergés había
sido “un representante en la Constituyente de Puerto Príncipe”.
Emilio Rodríguez Demorizi precisa que el diplomático
“intervino, junto con Buenaventura Báez y demás compañeros de la
Constituyente haitiana de 1843, en la concertación del llamado
Plan Levasseur”, de donde se concluye que Bergés, en tanto
francés, apoyaba el protectorado galo promovido en virtud de
dicho acuerdo. Es así que, como refiere Saint Denys, “su
conducta durante la jornada del día 30 (de marzo de 1844, EEH)
permitió que surgieran graves sospechas de traición”. Bergés
sería hecho prisionero y enviado a Santo Domingo, donde fue
encerrado en la prisión de la fortaleza, y puesto a disposición
de Saint Denys gracias a su intervención.