Ramón Cáceres
La
descendencia del presidente Ramón Cáceres (1906-1911) estuvo
marcada por los acontecimientos políticos en los que este se vio
involucrado. Mon casó en Santiago el 10 de junio de 1894 con
Narcisa Ureña Valencia —día del cumpleaños de esta— y su
primogénito Ramón Arturo (Tuto) nació el 1 de mayo de 1896, en
momentos en que el gobierno de Ulises Heureaux ejercía mayor
opresión sobre sus opositores pero al mismo tiempo se tambaleaba
por la política económica que había seguido. José, el segundo en
la prole, que murió afectado de pulmonía a los 27 días de
nacido, fue seguido por Ana Antonia, nacida el 20 de abril de
1899, cuando ya su padre conspiraba junto a su primo hermano
Horacio Vásquez en contra de Lilís. Ana Antonia sería bautizada
en julio de 1899, justo en el interregno de la llegada de
Heureaux al puerto de Sánchez, desde donde iniciaría un
recorrido que lo llevaría por La Vega y Moca. El día de Santa
Ana, bajo cuya advocación recibiría las aguas bautismales, su
padre acabaría con el tirano en la Ciudad del Viaducto.
Las
turbulencias políticas que siguieron al 26 de julio de 1899
impusieron una pausa en el nacimiento de nuevos hijos, pero ya
para 1903, a la caída del primer gobierno de Horacio Vásquez y
su salida hacia Cuba como exiliado, Mon y Narcisa habían sumado
a Ana Nadelia —el 17 de octubre de 1900—
y a Luis Manuel al ámbito familiar. El quinto de los hijos,
Marino Emilio, nació el 6 de julio de 1903 en tierra cubana:
Narcisa Ureña llegó a Santiago de Cuba en el octavo mes de
embarazo a acompañar a su esposo y el nombre de Marino le fue
impuesto por haber surcado el mar en el vientre de su madre.
Nuevamente en República Dominicana, en 1906, Ramón Arturo pasó a
estudiar a un colegio en Hamburgo, luego de una breve estadía
en Santo Domingo, mientras su madre y hermanos permanecieron en
Estancia Nueva, Moca, donde estaba la casa solariega y lugar en
el que Mon había nacido el 15 de diciembre de 1866. “Sólo a
principios de 1909” —dice Pedro Troncoso Sánchez en su obra biógrafica “Ramón Cáceres”—,
“cuando la evolución de los acontecimientos convirtieron a Mon
en presidente elegido para un nuevo período, fue cuando la
familia pasó a la capital”. Ya para entonces, Miguel Ángel,
el sexto de los hijos, tenía tres años, pues había nacido en
1906. En Santo Domingo nacerían los tres últimos retoños del
matrimonio Cáceres-Ureña: Ana Juana en 1909, Ana Remigia, el 10
de febrero de 1910 y Ana Idalia, el 17 de agosto de 1911, apenas
tres meses antes del magnicidio de su progenitor.
Aquel
domingo 19 de noviembre de 1911, sus hijos estuvieron presentes
en sus últimas horas: jugó con ellos en la mañana y antes de
salir a su acostumbrado paseo vespertino se solazó escuchando “la
música de mandolinas que hacían sus hijas mayores en compañía de
amiguitas, y el alboroto de los varones jugando en el patio con
sus bicicletas”. Miraría por un instante a la
pequeña Ana Idalia, que su esposa llevaba en sus brazos en el
momento de su última despedida.
Tras su
muerte, su esposa y sus hijos volvieron a Estancia Nueva,
pasando a vivir en la pobreza, convirtiéndose el hijo mayor en
el padre de sus nueve hermanos. “En los años de orfandad que
siguieron a 1911” —señala Troncoso Sánchez—
“el rol de Tuto fue superior a lo soñado por Mon. Más que el
ejemplo, fue el padre sus hermanos menores. Truncados sus
estudios en Alemania, por falta de recursos, sacrificó su vida
dedicándose a las duras tareas del campo en Estancia Nueva para
que aquéllos pudieran recibir una educación adecuada y dos de
ellos hicieran carrera universitaria”.
Fuente Bibliográfica:
Fotografía de Ramón Cáceres
Troncoso Sánchez, Pedro: Ramón Cáceres,
cuarta edición, Editora de Revistas, Santo Domingo, 2005