El apellido
Saint-Hilaire tiene dos posibles orígenes. Una versión lo
vincula a la abadía benedictina francesa de Saint-Hilaire, cuya
primera referencia escrita se remonta al año 825, fecha para la
cual ya guardaba los restos de San Hilario (Saint-Hilaire), y en
cuyo entorno se fundó el pueblo del mismo nombre. Otra teoría lo
liga a Poitiers, Francia, lugar de nacimiento del santo.
Sobre su
presencia en nuestro suelo existen varias referencias en la
colonia francesa de Saint-Domingue desde antes de 1800, desde
donde se presumen llegaron los primeros que lo ostentaron en la
parte española de la isla. A propósito de lo que nos narró
Samuel Saint-Hilaire, el Saint-Hilaire de más edad que vivía en
El Guanal, Santiago Rodríguez, sobre que “esa gente vino por las
revoluciones”, cito el “Manual de Historia de Haití” de Jean
Chrisostome Dorsainvil, p. 48, en el que, al referirse a la
“Insurrección de los esclavos del Norte”, que estalló el 22 de
agosto de 1791, se dice lo siguiente: “Por todas partes … hubo
actos conmovedores de abnegación: muchos colonos, menos duros
que los demás, o más humanos, con sus familias fueron conducidos
a lugares seguros por esclavos agradecidos.” ¿Dónde estarían
esos “lugares seguros”? Sin ninguna duda, en la parte Este de la
isla.
Es bueno
señalar que por efecto del Tratado de Basilea del 22 de julio
de 1795, España cedió a Francia su dominio sobre la parte Este
de La Española, y aunque esta no tomó posesión de la misma,
envió funcionarios y misiones de reconocimiento, tomando control
militar de la parte (antes) española con la llegada de las
tropas de Leclerc el 29 de enero de 1802. Así se daría inicio a
la Era de Francia, cuyo período más importante para nosotros es
en el cual estuvo al mando el general Luis Ferrand, y que
finalizó con la Reconquista de Sánchez Ramírez en 1809.
Sostengo la
hipótesis de que los apellidos dominicanos de origen francés nos
llegaron por intermedio de la colonia francesa de Saint Domingue
y no con las tropas de Leclerc, como refieren muchos y casi la
totalidad de los que llevan esos apellidos, entre ellos el
Saint-Hilaire. En efecto, en mis investigaciones en los libros
de actas del Estado Civil de Saint Domingue anteriores a 1800,
he encontrado prácticamente todos los apellidos dominicanos de
origen francés con ascendencia en comunidades de la Línea
Noroeste, pues hasta el Lajeunesse, que los Bergés trastocan por
La Juvenile y que según ellos era el apellido de su ascendiente
Margarita, presunta dama de compañía de Paulina Bonaparte, la
esposa de Leclerc, ya existía en Saint Domingue.
Ejemplos de las actas encontradas referidas a personas de
apellido Saint-Hilaire son las de bautismo de Francoise, folio
103, con fecha del 26 de noviembre de 1788, de Port Dauphin (Bayajá),
hijo natural de Marie Catherine, de la casa de St. Hilaire,
mulata libre; la fechada el 22 de septiembre de 1799,
correspondiente al Libro de Actas del Estado Civil de 1799 de
Fort Liberté, folios 29 y 30, en la cual el señor François
Collet Noel, Agente Municipal de la comuna de Fort Liberté, hace
constar la declaración de una señora respecto del nacimiento de
su hijo con un militar francés, siendo testigo de la misma el
señor Saint-Hilaire, funcionario de la administración del
departamento de Montecristi; y el acta de defunción asentada en
Port Dauphin del 14 de julio de 1791, referida a la inhumación
del nombrado Hilaire Begol alias St Hilaire, nativo de Laudun
del Setou, jurisdicción de Poitier.