El apellido Haché en Santiago
está representado por los descendientes de los hermanos Julián
Pedro y Antonio Pedro Haché, nacidos en Gazhir, Líbano, en 1876
y el 1 de octubre de 1889, respectivamente. La fecha de nacimiento
de Antonio figura en el acto de notoriedad instrumentado por el
Dr. Federico C. Álvarez el 12 de diciembre de 1973 a fin de
determinar sus herederos, documento en el que además se ofrece
su nombre libanés: Tannous Boutros Haché. De su lado, el año de
nacimiento de Julián se colige de una declaración de soltería
que presentó el 27 de octubre de 1900 por ante el notario de
Santiago Joaquín Dalmau, a quien testimonió que tenía entonces
24 años
“y siete meses” de
edad y que vino al país a la edad de 15 años, es decir en 1891.
Este documento es revelador de
otros datos importantes. El primero es el nombre de su madre,
que en este documento aparece como Codoyée Souaide. En una
publicación aparecida en el periódico La Información en ocasión
del centenario de la casa Haché, el 2 de octubre de 1986, se le
nombra como Luz Sued, mientras que en el opúsculo “El
sensacional caso Haché”, de Pedro Haché S., figura como Octille
Sued. En el acta de matrimonio de Julián, marcada con el número
251, folio 69, del Libro 5 de Matrimonios de la parroquia San
Felipe de Puerto Plata, aparece como Ercilia Sued.
El segundo dato resaltante es la
afirmación de que desde su llegada en 1891, Julián siempre había
vivido en Santiago, lo que contrasta con la tradición familiar
de que había llegado al país en 1886 junto a su hermano mayor
Nacif Pedro
—nacido de acuerdo a la citada publicación
periodística en 1868— y que se habían establecido en Puerto
Plata, tras haberse desempeñado como vendedores de prendas en
Francia y Puerto Rico.
La referida
declaración de soltería y una carta de autorización de su padre
Pedro Nacif Haché, permitieron a Julián unirse en matrimonio en
Puerto Plata con Gloria Schoewerer, hija del coronel cubano Juan
A. Schoewerer, natural de Camagüey, y Juana Francisca Gilet (Guillet),
el 6 de febrero de 1901. De este matrimonio nacieron seis hijos:
Carmela Ana Delia, Miguel Ángel, Gloria Australia, Pedro
Octavio, Luz Octille y Blanca Gloria. Doña Gloria murió en
Santiago en 1911.
Lo cierto es que en
1894, los Haché fundaron su establecimiento comercial “La
Siriana”, con sede en Santiago, y una sucursal en Puerto Plata,
la que trasladaron a Santiago tras el matrimonio de Julián. Ya
en Santiago, la noticia de la muerte de su padre impuso a Nacif
a viajar a su tierra natal y permanecer en ella por espacio de dos
años. Allí casó en 1902 con Carmela José Záiter, con quien procreó
a Joseph Nacif Haché Záiter, fallecido el 4 de julio de 1960. Nacif retornaría a Santiago en compañía de Faride, su única
hermana, viuda y con una hija, que quedó al cuidado de su
abuela, lo mismo que el pequeño Joseph Nacif.
Ya en 1908 había
venido al país el más pequeño de los hermanos Haché, Antonio,
pues consta que el 30 de agosto de ese año fue padrino de su
sobrino Pedro Octavio, hijo de Julián, bautizado en la iglesia
de Nuestra Señora de la Altagracia de Santiago. Se sabe también
que el 29 de abril de 1910 fue admitido como
masón en la Logia Nuevo Mundo No.5 de Santiago. Fue puesto al
frente de una sucursal del negocio familiar (establecido en la
actual calle Duarte de Santiago), pero su inexperiencia y su
conducta condujeron a la quiebra de aquella dependencia y fue
obligado a embarcarse, con la promesa de su hermano Nacif de
que, en unos años, sería hecho socio de la casa. Antonio casaría
en El Líbano el 8 de mayo de 1915 con la griega Katingo Samia
Zogbi Fradadache, nacida en Khania, isla de Creta, el 8 de
octubre de 1899, hija de Samia Zogbi, libanés, y Marigot
Fradadache, griega, con quien procreó a Aida, Jean Antonio,
Lydia
—nacidos en El Líbano— George, Margot y Antonio Pedro
(Anthony) Haché Zogbi, nacidos en Santiago. Con el matrimonio,
Katingo se convirtió a la religión maronita, que era la de su
esposo, abandonando la greco ortodoxa.
En 1918, Julián contrajo nuevamente matrimonio con María
Trinidad Núñez, residente en Las Totumas, Santiago, procreando
dos hijos, Julián y María Trinidad (Trinita), esposa de Rafael
Holguín y fallecida en New Jersey el 7 de febrero de 1973. Desde
años antes
—al menos ya en 1916—
el negocio familiar giraba bajo
la razón social Nacif P. Haché & Hnos., constituyéndose para la
segunda década del siglo XX en una sólida firma empresarial, que
entre otras operaciones contaba el otorgamiento de préstamos con
garantía hipotecaria y la compra y venta de propiedades. En este
lapso, específicamente en 1920, Nacif P. Haché fue designado
agente general de la “Compañía Marítima Dominicana”, para
ocuparse del despacho de todos los buques de esa sociedad hacia
cualquier puerto de Estados Unidos. Para 1921, la Nacif P. Haché
& Hermanos tenía sucursales en Santiago
—“El Gran Baratillo” en
un anexo al mercado público, frente a la calle Del Comercio—
y
en Sánchez. En esta última ciudad, Nicolás Malek fungió como
gerente de dicha sucursal a partir de ese año. Otra sucursal en Puerto Plata ya
existía para 1911.