HISTORIA SOCIAL DE SANTIAGO DE
LOS CABALLEROS 1863-1900, es el título de la última publicación
del abogado, historiador y genealogista santiagués Edwin Espinal
Hernández.
La obra constituye sin lugar a
dudas el estudio más importante y completo que se haya llevado a
cabo sobre ciudad dominicana alguna en un período determinado.
El viaje al pasado se inicia el
6 de septiembre del 1863, cuando en plena guerra restauradora, la
ciudad más importante del Cibao fue destruida por un voraz
incendio, el cual no sólo borró su perfil urbano, sino también
su memoria escrita. A partir de sus cenizas, el
enjundioso investigador se adentra en la lenta reconstrucción de
la nueva ciudad hasta llegar a la estructura física y social con
que ésta inició el siglo XX.
Para un santiagués nacido por el
1950, en esta obra tendrá información detallada y minuciosa, del
entorno social en el cual vivieron sus bisabuelos y
tatarabuelos. Un Santiago que ya no está ni en la memoria de los
más longevos, un Santiago muy diferente al de mediados del siglo
XX. Este Santiago ha sido valiosamente revivido por el autor de
esta obra.
El nivel de detalles es
exquisito. Edwin Espinal logra sumergirnos en aquella ciudad de
calles empantanadas cuando llovía, con recuas de mulos cargados
de serones de tabaco por la vía pública, con una dependencia
vital de las aguas del Yaque, de plazas y áreas de
esparcimiento, con un mercado insalubre, donde las marcas del
tiempo eran señaladas por las campanas de las iglesias y además,
escasamente alumbrada de noche por faroles de gas.
La abundancia de personas de la
época, con detalles de propiedades, oficios o actividades
comerciales, hace de esta obra una rica fuente para la
investigación genealógica.
Aún más, el autor dedica todo un
capítulo a las valiosas migraciones extrajeras llegadas a ese
Santiago del siglo XIX, las cuales son las que originan muchos
de los apellidos que tenemos no sólo en el Santiago actual, sino
en gran parte del país.
Su trato con los diferentes
grupos de inmigrantes es muy detallado tanto en el texto mismo
como en las notas al pie. Cada fuente u origen es esbozado por
separado. Ahí encontramos las migraciones de españoles,
italianos, árabes, cubanos y puertorriqueños.
Otro aspecto de particular
interés son las actividades sociales, colectivas y de servicio
de ese remoto Santiago: Sus bailes de máscaras, su Centro de
Recreo, las tarascas de Corpus Christi, las retretas, las
cofradías, las fiestas de Lupina, los arcos de triunfo en las
fiestas del Patrón Santiago, las presentaciones líricas, los
circos, las misas de aguinaldos, la barca, los aguateros, las
boticas y muchas facetas más de aquel conglomerado humano, el
cual no llegaba a las 10,000 almas, son profusamente abordados
por el autor.
Otro valor adicional de este
libro es la ilustración fotográfica. Se logró reunir de diversas
fuentes y colecciones privadas, una cantidad apreciable de fotos
de la época, tanto de calles y edificios, como de personajes y
familias de aquel Santiago. La mayoría de esas fotos eran
inéditas.
La investigación y posterior
publicación de la obra fue posible gracias al patrocinio
conjunto tanto de la Fundación Manuel de Jesús Tavares Portes
como del Banco Popular. Consta de 419 páginas y fue impresa en
Amigo del Hogar.
Esta obra merece estar en la
biblioteca de cada genealogista y de cada dominicano cuyos
ancestros hayan sido santiaguenses.