Patria, Minerva y María Teresa Mirabal
Reyes
Desde la gestación misma de la
nación dominicana, la mujer ha jugado, en diferentes tiempos, un
papel trascendente en los escenarios que les ha tocado vivir.
La primera en destacarse fue
María Trinidad Sánchez (1794-1845), tía del Padre de la Patria
Francisco del Rosario Sánchez y ferviente luchadora por las
causas independentista. Murió fusilada el 27 de febrero de 1845
por orden de Pedro Santana.
Para la época también sobresale
Concepción Bona Hernández (1824-1901), prima del trinitario
Pedro Alejandrino Pina, quien con sólo 19 años bordó de forma
clandestina la primera bandera dominicana, la cual ondeó en la Puerta del Conde el 27
de febrero de 1844.
En la región Este del país se
destacó Froilana Febles de Rivera (1814-1888) por sus servicios
a la causa separatista, no sólo con su trabajo, sino también con
sus bienes. Ella y su madre confeccionaron los cartuchos que
fueron repartidos a las tropas dominicanas en El Seybo. Froilana
casó en 1829 con Ramón Santana Familias. Su unión con esta
familia fue decisiva para la materialización de la Independencia
y para el mantenimiento del ejército en contra de los intentos
haitianos de reconquistar la ocupación.
En nuestras gestas bélicas
sobresale la vegana Juana Saltitopa (f. 1860) también conocida
como “La Coronela” por su heroica participación en la batalla de
Santiago del 30 de marzo de 1844. Se le rememora por el hecho de
que en el fragor de la lucha ella llevaba agua a los soldados
para enfriar los cañones y aliviar su sed.
Más recientemente encontramos en
Santiago a Ercilia Pepín Estrella (1884-1939), notable educadora
y ferviente opositora a la ocupación de las tropas
norteamericanas en el territorio dominicano, hecho ocurrido de
1916 al 1924.
Sin embargo, el surgimiento de
una férrea dictadura en 1930 y su posterior consolidación,
levantó de nuevo el patriotismo femenino, esta vez encarnado en
una acomodada familia de Ojo de Agua, Salcedo, compuesta por
cuatro hijas de un próspero hombre de negocios y una hacendosa
ama de casa.
Enfrentaron con valor y
gallardía al tirano Rafael Leonidas Trujillo, quien, en una
acción abominable, ordenó el asesinato de tres de ellas, Patria,
Minerva y María Teresa Mirabal Reyes, en la carretera que une a
Santiago con Puerto Plata, lo cual se concretó la noche del 25
de noviembre de 1960.
La heroicidad y martirologio de
estas tres hermanas ha trascendido las fronteras nacionales,
habiendo decretado la Organización de las Naciones Unidas (ONU) el día
25 de noviembre, aniversario de su asesinato, como el Día
Internacional de la No Violencia Contra la Mujer.
En la recién finalizada XIII
Feria Internacional del Libro, la obra ganadora del premio
Nacional Feria del Libro Eduardo León Jimenes 2010, lo fue “Vivas en su Jardín”, de Dedé Mirabal, en el cual narra sus
vivencias con sus tres hermanas.