INSTITUTO DOMINICANO DE GENEALOGÍA, INC. |
Cápsulas Genealógicas |
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SECCIÓN SABATINA DEL DIARIO Hoy |
SÁBADO, 10 DE MAYO DE 2014 |
EL ORIGEN CANARIO DE eL tAPADO (2 de 2) |
Preparado por Joan Manuel Ferrer Rodríguez y José A. González Marrero |
Luis Franco de Acevedo se instaló en la Española, donde ejerció el oficio de capitán de caballería a cargo del cuidado y la protección de las costas del partido judicial de Baní. Al mismo tiempo, encabezó una activa y rentable red de contrabando que traficaba con los vasallos franceses de la colonia contigua. Como resultado de estas actividades punibles, el 28 de mayo de 1722, el ayudante José de Olaeta recibe la orden de apresar a Franco de Acevedo, secuestrar su bienes y conducirlo a la Fuerza de Santo Domingo a cumplir encierro. Señala Utrera que, como parte del proceso, se levantó un inventario de los haberes confiscados, que se componían, entre otros, de: “Un vestido de paño musgo forrado en brusela musga y hojalado de hilo de oro, y botones de lo mismo, bien tratado. Iten, una chupa del mismo paño con los mismos forros, ojales y botones. Item, una chupa de brin amarillo con botonadura de hilo de oro y ojales de hilo blanco. Iten, otra chupa de raso blanco con flores de oro, aforrada en pipuela rosada y con ojales y botones de oro. Iten, dos pares de calzones musgos, compañeros de las casacas de paño, Iten, una casaca de paño negro con botones negros de cerda. Iten, una chupa de tafetán doble, negra. Iten, doce camisas de ruan de cofre. Iten, seis pares de calzones del mismo ruan. Iten, dos pares de medias de seda finas, negras, y otras pardas. Iten, cuatro pares de calcetas y otro cuatro de escarpines”. Para su fortuna y la del resto de sus cómplices, fue absuelto de esta causa en mayo de 1723. En 1724 se instrumentó otro expediente contencioso en su contra, esta vez reclamando el pago de un préstamo contraído con un ciudadano francés vecino de Saint Domingue. En 1728 el gobernador Rocha Ferrer solicitó su encarcelamiento tras haberlo encontrado “reo de ilícito comercio” En vista de que en ninguna de estas últimas oportunidades Franco de Acevedo fue aprehendido, y como jamás volvió a dar con sus huesos en la cárcel, de inmediato se empezó a tejer su leyenda, la de El Tapado, nombre con que el personaje empezó a conocerse y aun se conoce en el imaginario colectivo. La estampa de su silueta embozada de inmediato se convirtió en leyenda en la ciudad de Santo Domingo, y en torno a él y su vestimenta se elucubraron las más variadas hipótesis, amén de que se le atribuyeron múltiples aberraciones, desmanes y hechos delictivos, frutos todos de la más absurda fantasía popular. Por demás, sabemos que fue propietario de la estancia nombrada Samangola, y que casó con Antonia Guridi Coronado, hija de don Antonio de Guridi Echeandía y doña Leonor de Alarcón Coronado. La pareja habitaba junto a su familia en la antigua residencia del deán Duque de Ribera “en la calle que viene del convento y la plaza del señor Santo Domingo de Guzmán, para el de Regina, que son de piedras y ladrillos, altas y bajas”. |
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