El padre de Servio Tulio Castaños Espaillat fue el abogado León de Jesús Castaños Pérez (1895-1959), hijo de Sebastián Castaños Peña y de Juana Pérez del Rosario, quienes casaron en La Vega el 17 de agosto de 1892.

Los bisabuelos de esta rama de los Castaños y padres de Sebastián fueron León Castaños de la Rosa (n. 1818) y María Pérez Jiménez, quienes casaron en la parroquia de La Vega el 9 de enero de 1850. Procrearon además de Sebastián a Pilar, Fernando, Romualda, Merced, Juan Ramón, Natalia y Ana Luisa Castaños Peña.

El padre de León Castaños de la Rosa y tatarabuelo Servio Tulio fue Santiago Castaños, quien casó con María de la Rosa. Procreó además de León a Ángela, María de los Ángeles, Clemente, Benancia y José Castaños de la Rosa.

Sobre la grafía de este apellido Castaños, Guido Despradel Batista, al tocar el tema de la evolución de los apellidos en La Vega, menciona que el “Castaños antes fue Cataño”. Esto lo comprobamos cuando observamos que en los viejos registros de La Vega se escribía Cataño: en todos los bautizos de los hijos de Santiago Cataño y María de la Rosa aparece “Cataño”, así como en sus matrimonios y los bautizos de sus hijos.

La mutación en esta estirpe la hemos identificado entre la segunda mitad del siglo XIX y los inicios del siglo XX.

Con la pérdida de los archivos en La Vega y la región con el incendio de Dessalines en 1805 no hemos encontrado ancestros previos a Santiago Castaños, pero el apellido Cataño está en estas tierras desde el inicio de la colonización española: Rafael Cataño, genovés que vino con Cristobal Colón en su segundo viaje, fue regidor en la ciudad de Santo Domingo cuando se trasladó al otro lado del Ozama. También genovés fue el mercader Juan Cataño, “estante en Santo Domingo en 1509”. Un isleño mediterráneo, mallorquín, fue Tomás Cataño, quien vino a Santo Domingo en 1513.