Al respecto, llaman poderosamente nuestra atención las intensas relaciones endogámicas construidas por los miembros de la diáspora genovesa/italiana instalada en la zona, apuntaladas, a la sazón, por un régimen sistematizado y bien definido de estrategias matrimoniales. Por último, aunque no por ello menos importante, huelga aclarar que el censo de vecinos genoveses en la “Tacita de plata” se multiplicó desde 174 individuos en 1709 a 5,108 en 1791. En cualquier caso, esta serie cruzada de fenómenos y razones se reflejó en un aumento del influjo italiano en América, mismo que se empezó a sentir con verdadera fuerza desde el siglo XVIII en adelante.

La pareja, que poseyó una tienda “de géneros de Barcelona en la plazuela que llamaban de las Nieves”, otorgó testamento de manera mancomunada el 21 de abril de 1796 por ante el escribano público Pedro Montes (ahpc. Protocolos de Pedro Montes. Testamento recíproco. Núm. 2579, fols. 343-346). Se designaron albaceas y ejecutores el uno del otro, mandaron a amortajar sus cuerpos en hábitos franciscanos y dispusieron como lugar de última morada el convento local de la Orden Tercera. Fueron testigos del acto don Joaquín Díaz, don Fernando Zapata y don Josef Penau, vecinos todos de Cádiz.

Por hijos de este matrimonio tenemos a:

1. Juan Josef Benzo Caneba, de quien se hablará.

2. Josef María Benzo Caneba, cirujano de un regimiento de caballería del ejército expedicionario de Costa Firme, marido de Carmen del Castillo. c.s.

3. María Luisa Benzo Caneba.

4. Rafaela Benzo Caneba.

El primero de los anteriores, Juan José Benzo Caneba, eje de toda esta relación, desposó a su paisana, la gaditana Gertrudis Domínguez, hija de Francisco Domínguez y Josefa Pérez. Por lo demás, en 1814 (agi, Expediente de solicitud de licencia de embarque de Juan José Benzo, natural de Cádiz. indiferente 2141, N. 222), nuestro protagonista solicitó licencia para pasar a Cuba junto a su esposa. Allí se desempeñó como sargento de las milicias provinciales de La Habana y engendró a la que sería la primogénita de una extensa prole: Luisa María Margarita Benzo Domínguez. De la lectura de la partida de bautismo levantada el efecto, inscrita en el libro 11B, folio 195, núm. 494, de la parroquia del Santo Ángel Custodio de La Habana, se desprende que nació en fecha 20 del mes de julio de 1818 y recibió el sacramento a primeros de agosto, fue madrina Luisa María Casanova, mientras que la ceremonia estuvo a cargo del presbítero Andrés Casacles. Luisa exhaló su último suspiro en Santo Domingo el 6 de agosto de 1889 y se enterró en el cementerio municipal (ahasd. Catedral Nuestra Señora de la Encarnación de Santo Domingo. defunciones, l. XV [1882-1889] Fol. 362).

Las restantes hijas de este matrimonio fueron las nombradas María del Carmen Sinforosa y Antonia Benzo Domínguez. A la primera, que recibió el sacramento del bautismo en la iglesia mayor de Santo Domingo el 28 de julio de 1826 (nacida el 19 del mismo mes y año. Bautizada por el párroco Antonio de Soto, fue su padrino Juan Santín. (ahasd. Catedral, bautismos, L. XVIII, fol. 276 s/n), no se le conoce estado.

La segunda, en cambio, desposó en fecha 16 de mayo del año 1839 (celebró sus bodas el cura rector Gaspar Hernández, en presencia de los testigos Dionisio de Moya y José Herrera. (ahasd. Catedral, matrimonios, L. XI, fol. 72 s/n) con José María Mella López, artillero, febrerista, hijo de Miguel de Mella Sánchez y Fulgencia López Ruiz-Quevedo.

Es pertinente agregar que Juan José Benzo, instalado en la primada como mercader al detalle, también tuvo un hijo con Nieves Acevedo, llamado Florencio de los Santos, crismado en 1829.

En el mismo año de 1829 y luego de haber enviudado, contrajo nuevas nupcias con Ascensión Mella (su deceso anotado el 2 de julio de 1864 por el presbítero Jaime Agustí. Había fallecido de disentería el día anterior. (ahasd. Catedral. defunciones, L. 13, fols. 105-106, núm. 212), hija del carpintero Miguel de Mella Sánchez y Fulgencia López Ruiz-Quevedo.