INSTITUTO DOMINICANO DE GENEALOGÍA, INC. |
Cápsulas Genealógicas |
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SECCIÓN SABATINA DEL DIARIO Hoy |
SÁBADO, 1 DE AGOSTO DE 2020 |
COSAS AÑEJAS. RECORRIDO HISTÓRICO, GENEALÓGICO Y PROSOPOGRÁFICO (1 de 15) |
Preparado por Joan Manuel Ferrer Rodríguez |
I. El autor y su obra. Esta breve propuesta, que sometemos a consideración del lector, intenta rescatar del olvido a una legión de oxidados personajes, mediante la combinación efectiva de rasgos históricos, biográficos y genealógicos extraídos de un amplio caudal de fuentes archivísticas y bibliográficas, tanto locales como extranjeras. De hecho, hay que aclarar que las primeras —y hasta ahora las únicas— noticias que conservábamos de estos individuos habían llegado hasta nuestros días gracias a la pluma de César Nicolás Penson, periodista, abogado, juez, poeta, maestro, filólogo, traductor y escritor romántico dominicano, nacido en Santo Domingo en el seno de una típica familia de la burguesía criolla (Fue hijo del intérprete de puerto William Penson Herrera, de raigambre anglo-dominicana y de Juana Dolores Matos, residentes en unas casas altas y bajas de la calle de las Atarazanas, marcadas entonces con el núm. 25) cuyo bautismo se registró en la parroquial de Santa Bárbara el 21 de marzo de 1855, en presencia de Pedro Delgado y Merced Sosa, padrino y madrina, respectivamente (Había nacido el día 22 de enero anterior. AHASD. Santa Bárbara. Bautismos. Libro VII, folio 169 s/n). Es pertinente destacar que el 29 de abril de 1880, Penson matrimonió en la catedral de su ciudad natal con Francisca Antonia Rodríguez Montaño, hija de Domingo Rodríguez y Altagracia Montaño, y que fueron padres de una extensa prole compuesta por 18 hijos (AHASD. Catedral Nuestra Señora de la Encarnación. Matrimonios. Libro XXIV, folio 44, núm. 7. Testigos Domingo Rodríguez, Altagracia Rodríguez y Montaño, José Joaquín Pérez, José de Jesús Castro y Jesús María Troncoso). Autor de un puñado de obras, Penson fue asimismo deudo cercano de una corriente literaria decimonónica, caracterizada por el filohispanismo, la “veneración por el pasado…la historia” y un “acendrado patriotismo.” (CABRERA, Carlos E. Reseña de la obra de César Nicolás Penson y su pasión por las letras: antología. En “Ciencia y Sociedad” Volumen 43, núm. 1, Ene-Mar 2018. Sto. Domingo, p. 105). Es decir que se hizo eco del germen protonacionalista que reverberaba en el espíritu de los intelectuales de la época, dedicándose además a recopilar, con celo, ahínco y esmero, un repertorio de eventos y anécdotas del pasado que habían permanecido grabados en la retina del pueblo y que habían logrado perpetuarse en el imaginario local a través de la tradición oral. Por eso, el motor y eje central de este relato será Cosas Añejas, tal y como se desprende del encabezado. El libro fue publicado por primera vez en Santo Domingo, en 1891, durante el férreo y ubicuo régimen del general Heureaux, bajo el sello de la extinta imprenta Quisqueyana, con prólogo del periodista, novelista y político dominicano Manuel de Jesús Galván. Exaltada como la obra maestra del catálogo de Penson, Cosas Añejas. Tradiciones y episodios de Santo Domingo se erigió en uno de los pilares —el corolario, si se quiere— del discurso patriótico que luego sería empleado por ciertos sectores para ayudar a definir y modelar algunos elementos puntuales de la identidad nacional. Como colofón, se advierte que el autor no escatimó recursos a la hora de intentar recrear costumbres, lugares y personas del viejo Santo Domingo. En muchos sentidos, sus descripciones, dotadas todas de una extraordinaria fidelidad, convierten al lector de turno en testigo de excepción de un periodo clave de la historia criolla, que transcurre a caballo entre los siglos XVIII y XIX. |