En Derecho Eclesiástico existe
lo que se denomina “pública honestidad” o cuasiafinidad, esto es,
el vínculo entre el varón y los consanguíneos de la mujer y
viceversa, nacido de su matrimonio inválido después de
instaurada la vida en común, y de su público y notorio
concubinato. Esa relación es un impedimento que “dirime el
matrimonio en el primer grado de la línea recta entre el varón y
los consanguíneos de la mujer y viceversa” (Canon 1093 del
Código de Derecho Canónico).
No obstante ser un impedimento
perpetuo para el matrimonio, su cese sólo cabe por la concesión
de una dispensa. En nuestro país, especialmente en el siglo XIX,
cuando el amancebamiento era la nota característica en
determinadas clases sociales, se expidieron dispensas de pública
honestidad para permitir el matrimonio entre parejas incestuosas,
concubinos y de hombres que habían tenido relaciones con las
madres, tías, primas, hermanas e incluso hijas de sus parejas.
Para ilustrar los casos en que
se concedían dichas dispensas, hemos escogido algunas otorgadas
durante el siglo XIX en Santiago:
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Dispensa concedida en
Santiago el 5 de mayo
de 1813 a José Antonio Fernández, hijo de Nicolás
Fernández y María Núñez, quien casaría con Josefa Tineo, hija de
Juan Tineo y María Tavares. José Antonio “tuvo cópula con dos
primas hermanas de su pretendida, María y Ana Tineo, hijas de
Francisco Tineo”. Francisco y Juan Tineo eran hermanos.
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Dispensa concedida en
Santiago el 22 de julio de 1840 a Mariano Almánzar, de 19 años, hijo
natural de Francisco de Moya e Inés Almánzar, quien casaría con
Ana López, hija de Valeriano López y Agustina Almánzar. “Hubo
incesto público”.
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Dispensa concedida en
Santiago el 25 de enero de 1841 a José de los Santos, hijo de Tomás de
los Santos y Ángela Toribio, quien casaría con Francisca Toribio,
hija de León Toribio y Bárbara. “Hubo incesto público”.
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Dispensa concedida en
Santiago el 4 de diciembre de 1848 a Eduardo Domínguez, de 22 años,
hijo de Sixto Domínguez y Jacinta de León, quien casaría con
Josefa Martínez, de 19 años, hija de José Martínez y Anastasia
Díaz. “Hubo cópula oculta”.
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Dispensa concedida en
Santiago el 23 de junio de 1853 a Manuel Francisco Estrella, hijo de
Santiago Estrella y Rosa Díaz, quien casaría con María de la
Cruz Rodríguez, hija de Ramón Rodríguez y Margarita Padilla.
“Han vivido en contubernio por más de ocho meses, además, ella
está embarazada”.
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Dispensa concedida en Sabaneta el 2 de marzo
de 1866 a Toribio Tejada, hijo de José María
Tejada y María Muñoz, quien casaría con María Tejada, hija de
Evaristo Tejada y Bernardina de la Cruz, aparte de tener
parentesco en segundo grado, “tenían cópula consumada”.
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Dispensa concedida en
Santiago el 4 de febrero de 1874 a Andrés Collado, de 34 años, hijo
de Féliz Collado e Isabel Báez, quien casaría con Eugenia
Dolores Suriel, de 24 años, hija natural de Concepción Suriel,
“dispensa necesaria porque el contrayente tuvo cópula ilícita
con Concepción Suriel, madre de la contrayente”.
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Dispensa concedida en
Santiago el 17 de noviembre de 1874 a Zoilo Fermín, de 20 años, hijo
de Francisco Fermín y María del Rosario Fernández, quien casaría
con Flora León, de 19 años, hija de Jacinto León y Altagracia
Pérez. “El contrayente tuvo cópula ilícita con una prima hermana
de su futura esposa”.
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Dispensa concedida en
Santiago el 18 de diciembre de 1874 a Elías Pichardo, de 26 años, hijo
natural de Juana Pichardo, quien casaría con Tomasina Batista,
de 24 años, hija de Domingo Batista y Benedicta Céspedes. “El
contrayente tuvo cópula ilícita con Juana Céspedes, tía de la
contrayente”
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Dispensa concedida en
Santiago el 14 de julio de 1875 a Segundo López, de 30 años, hijo de
Clemente López y Lucía Rodríguez, quien casaría con María
Eugenia Estrella, de 23 años, hija de Manuel Francisco Estrella
y María de la Cruz. “No tenían hijos pero María Eugenia casó
fecundada”.
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Dispensa concedida en
Santiago el 9 de abril de 1877 a Manuel Estévez, de 38 años, hijo de
José Estévez y Juana Vélez, quien casaría con Balbina Espinal,
de 26 años, hija de José María Espinal y Vicenta Rodríguez. “Se
pide dispensa por estar amancebados y Manuel tuvo cópula carnal
con una hermana de su manceba”.
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Dispensa concedida en
Santiago el 18 de agosto de 1877 a Pedro Santana, de 30 años, hijo de
Evaristo Santana y Juana de Vargas, quien casaría con Petronila
de Peña, de 22 años, hija de Wenceslao de Peña y Genara Martínez.
“El contrayente tuvo cópula ilícita con una hermana del padre de
la contrayente”.
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Dispensa concedida en
Santiago el 3 de septiembre de 1882 a Simeón Nelson, hijo de José
Nelson y Mesonete Enne, quien casaría con Magdalena Barrera,
hija de Lino Barrera y Juana Pichardo. Habían tenido “cópula
ilícita”
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Dispensa concedida en Baitoa el 28 de noviembre
de 1905 a José Dolores Pérez, de 35 años,
hijo de Julián Pérez y María de los Ángeles Inoa, quien casaría
con Baldomera Coronado, de 42 años, hija de Manuel Coronado y
Paulina Báez, con quien había procreado seis hijos “y tuvo
relaciones con una hija de Baldomera pero no de él”.
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Dispensa concedida en
Santiago el 7 de enero de 1918 a Natalio Rodríguez, quien casaría con
Tomasina Gutiérrez, habiendo teniendo el primero “como concubina”
a María Gutiérrez, hermana de quien sería su esposa. Ambas eran
hijas de José María Gutiérrez.
Estos reveladores documentos, fuera de su interés genealógico,
tienen valores adicionales para el estudio sociológico y moral
de la época.
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