Ulises Francisco Espaillat de Wilson Morfe
A Diógenes
Céspedes
Expresa Esteban Rosario en su obra “Los dueños de la República
Dominicana” que la oligarquía santiaguera es la más importante y
moderna del país, por sus actuaciones corporativas, sus trabajos
planificados, sus concepciones políticas e ideológicas más
avanzadas, su inversión en áreas vitales para el desarrollo del
país y por formar parte del grupo que domina el Estado. Agrega
que ocho familias la integran: Espaillat, Tavares, Bermúdez,
Batlle, Thomén, Vega, Pastoriza y Cabral, definiendo a esta
última como la más oligárquica de todas, por sus múltiples
enlaces con las demás, cinco de las cuales se remontan a
ascendientes establecidos en el siglo XIX.
Pero para nosotros, la que presenta esa característica más
acusada es la Espaillat, por poseer la mayor cantidad de lazos
sanguíneos a través de sus entronques, teniendo como tronco a
uno de sus más distinguidos miembros: Ulises Francisco Espaillat
Quiñones (1823-1878). La unión con las familias denominadas
oligárquicas se inicia en la tercera generación de sus
descendientes, al entroncar sus nietos con las familias Vega,
Pastoriza y Tavares. En la generación siguiente aparecen las
relaciones por línea colateral igual (primos), continúan las
uniones con los Tavares y surgen entronques con los Cabral,
Bermúdez y Haché. Con los tataranietos, sólo dos casos
representan la ligazón familiar cercana, mientras aparecen los
enlaces con los apellidos Bonetti, León y Thomén. En estas
generaciones, la línea femenina ha predominado, existiendo sólo
cinco uniones de miembros masculinos descendientes del que fuera
Presidente de la República en 1876.
De los hijos procreados por María Dolores Espaillat Espaillat,
hija de don Ulises, con el acaudalado comerciante catalán José
Batlle Filbá, tres enlazaron con las familias Vega y Tavares:
María Batlle Espaillat casó en 1895 con José Nicolás Vega Llenas,
comerciante en el ramo importador-exportador, y al año siguiente,
Jaime Batlle Espaillat casó con una hermana de su concuñado,
Tomasina de la Caridad Vega Llenas. Años más tarde, en 1909,
Rosa Mercedes Batlle Espaillat contrajo matrimonio con Manuel
Arturo Tavares Julia, perteneciente al alto comercio de
Santiago, como presidente de la “Manuel de Jesús Tavares
Sucesores”.
Una hija del matrimonio Vega-Batlle, Mercedes Amalia, casó en
1931 con José María Cabral Bermúdez, hasta 1965 el más destacado
miembro de la oligarquía santiaguera (Rosario, Esteban “La
oligarquía de Santiago”, p.119), hijo de José María Cabral y
Báez y Petronila Bermúdez Rochet. De sus hijos, María Josefina
Cabral Vega es la madre de Manuel Diez Cabral, y Petrica Cabral
Vega casó en 1958 con José León Asensio; de sus hijas, Lidia
Josefina León Cabral, fue esposa de Luis Domingo Viyella Caolo y
María Amalia León Cabral es esposa de Marcos Augusto Jorge
Elías. Un sobrino de Mercedes Amalia Vega Batlle, Jaime Enrique
Vega López-Penha, casó en 1969 con Ángela Peynado Garrigosa.
La línea Tavares-Batlle enlazó con los Bermúdez y los Cabral.
Julia Dolores Tavares Batlle casó en 1931 con Domingo Octavio
Bermúdez Ramos, primo hermano de José María Cabral Bermúdez, y
Rosa María Tavares Batlle contrajo matrimonio en 1933 con un
hermano de este, Marco Antonio Cabral Bermúdez. Hijos de estos
últimos son Julia Amelia Cabral Tavares, esposa del Dr. Frank
Joseph Thomén Lembcke, y Manuel José Cabral Tavares, esposo de
Mirtha Franco Casals. Hay que señalar que Ana Tavares Griesser,
prima hermana de las hermanas Tavares-Batlle, fue esposa de
Eduardo León Asensio, cuñado de Petrica Cabral Vega.
Otros entronques dentro de la línea
Batlle-Espaillat fueron los de Carmen Rosa Batlle Viñas, hija de
Manuel Batlle Espaillat y Nadelia Viñas Malagón, con Aquiles
Bermúdez Ramos, hermano de Domingo Octavio Bermúdez Ramos y
primo hermano de los Cabral-Bermúdez; Edmundo Batlle Viñas con
Ana Idalia Bermúdez Espaillat; Clara Nadelia Batlle Viñas y
Jacques Thomén Candelario; Aida Mercedes Batlle Morell y Rafael
F. Bonnelly, y el de su prima hermana Ana Antonia Alvarez Batlle
con Jean Antonio Haché Zogbi. Edmundo Batlle Bermúdez, hijo de
Edmundo Batlle Viñas y Ana Idalia Bermúdez Espaillat, es esposo
de Claudia Cabral Lluberes, hija de José María Cabral Vega y
Graciela Genoveva Lluberes Henríquez, y Rafael Bonnelly Batlle,
hijo de Rafael F. Bonnelly y Aida Batlle Morell, fue cónyuge de
Lucía Amelia Ricart Pellerano y posteriormente de Margarita
Casals Victoria, prima hermana de Mirtha Franco Casals de
Cabral.
También dentro de la línea Batlle-Espaillat, tenemos que María
Cristina Batlle Vega de Brea fue madre de María Cristina Brea
Batlle, esposa desde 1940 de Alberto Bonetti Burgos, mientras su
sobrina nieta Laura Ricart Hunt casó en 1965 con Antonio Cáceres
Troncoso. Miguel Angel Delgado Batlle, nieto de María Cristina
Batlle Vega, casó con su pariente Socorro Josefina Espaillat
Bermúdez, en tanto que un hermano de María Cristina, Augusto
Batlle Vega, es el abuelo del político Federico Antún Batlle.
María Dolores Vega Batlle es la abuela de Bernardo Vega Boyrie y
su tía María del Carmen Batlle Espaillat, nieta de don Ulises,
fue esposa del Dr. Salvador Cocco Pastoriza, siendo padres de
Carmen Aura Cocco Batlle, esposa de Federico Thomén Candelario,
y abuelos de Miguel Cocco Guerrero.
De otro hijo de don Ulises, Augusto Espaillat Espaillat,
importante comerciante del Santiago de la segunda mitad del
siglo XIX, dimanan otras líneas oligárquicas. Su hija Eloísa
Espaillat Julia casó en 1902 con el comerciante José Cayetano
Vega Llenas, cuñado de María Asunción y Jaime Batlle Espaillat,
a su vez primos de Eloísa. Matilde Espaillat Julia casó en 1911
con Andrés Pastoriza Valverde, hombre de negocios y diplomático.
De sus hijos, María Matilde Pastoriza Espaillat, fue esposa del
presidente Héctor García Godoy, y Jimmy Pastoriza Espaillat casó
con Claudina Tavares Grieser, hija de Gustavo Tavares Julia y
María Grieser de Moya, y prima hermana de las hermanas Tavares-Batlle.
Una hija de don Jimmy, María Matilde Pastoriza Tavares, casó con
el empresario capitaleño Roberto Bonnetti Guerra, enlace que
representa a juicio de Esteban Rosario uno de los cruces de
capitales más importantes del país.
Entre los bisnietos de don Ulises tenemos también a las hermanas
Mayoya Espaillat González, quien estuvo casada con José Ignacio
Bermúdez Ramos, primo hermano de los Cabral-Bermúdez, padres de
Ana Idalia Bermúdez Espaillat de Batlle; Felicia Altagracia
Espaillat González, esposa del Ing. Juan Tomás Tavares Julia, y
Amantina Rafaela Espaillat González, madre del banquero
Alejandro Grullón Espaillat. Además, al industrial Alejandro
Espaillat Grullón, quien casó en 1941 con Josefina Cabral
Bermúdez, y su hermana Mariana Felicia Espaillat Grullón, quien
casó en 1951 con el Ing. Luis Crouch Bogaert. Entre los
tataranietos tenemos a Leonor Rosario Elmúdesi Espaillat, casada
con Juan Francisco Bancalari Brugal.
José María Cabral y Báez y Petronila Bermúdez Rochet podrán
representar “el binomio de la oligarquía más importante de la
nación” (Rosario, op. cit., p.61), su “tronco económico”, por
los enlaces de sus hijos con los Vicini, Reid, Vega, Tavares,
Espaillat y Arzeno Brugal, pero Ulises Francisco Espaillat es
sin dudas el tronco genealógico de la oligarquía dominicana.
Fuentes Bibliográficas:
Campillo Pérez, Julio Genaro: Ulises
Francisco Espaillat y su familia, Instituto
Dominicano de Genealogía, Serie Investigación Genealógica,
Volumen II, Editora Amigo del Hogar, Santo Domingo, 1988
Espinal Hernández, Edwin Rafael: José
Batlle Filbá, Del Maresme catalán al Cibao dominicano,
Instituto Dominicano de Genealogía, Serie Historia Familiar,
Volumen No. 4, Editora Alfa & Omega, Santo Domingo, 2007. (Reporte
Genealógico por Julio Amable González Hernández)
Espinal Hernández, Edwin Rafael: Manuel
de Jesús Tavares Portes, en el centenario de su
fallecimiento, 1906-2006, Instituto Dominicano de
Genealogía, Serie Historia Familiar, Volumen No. 3, Editora
Amigo del Hogar, Santo Domingo, 2006
Rosario, Esteban: La oligarquía de
Santiago, Impresora Editora Central, Santiago,
segunda edición, 1997
Rosario, Esteban: Los dueños de la
República Dominicana, Editora Búho, Santo Domingo,
1988