A partir de este punto perdemos toda referencia de la línea agnada o de varón, por lo que suponemos que los descendientes masculinos o bien no adquirieron estado o bien ingresaron en alguna de las órdenes religiosas que ejercían su ministerio dentro de la isla. En cualquier caso, la presencia de los sucesores de la línea femenina se irá también diluyendo en los registros de la decimoctava centuria, hasta desaparecer casi por completo antes de la vuelta del siglo.

Se muestra el caso de Magdalena Garavito de Paredes, que enlazó, el 6 de mayo de 1665, con el capitán, secretario de la audiencia y familiar del Santo Oficio Antonio Solano de Tobar, teniendo por testigos al regidor Gaspar de Castro Rivera y al presbítero Luis (Costilla) de Nocedo (ahasd. Catedral. Matrimonios 1644-1675, fol. 47 r). Siguiendo con sus rasgos básicos, tenemos que Magdalena exhaló su último suspiro el 15 de julio de 1692 y recibió sepultura en el hospital de San Nicolás (ahasd. Catedral. Óbitos L. I fol. 383 v). A la pareja se le reconoce la paternidad de al menos cuatro hijos.

1. El primero, Juan Solano Garavito, licenciado y presbítero, no adquirió estado.

2. El segundo, Lorenzo Solano Garavito, de quien se hablará más adelante, fue crismado en la iglesia metropolitana el 11 de abril de 1672 por el canónigo don Gonzalo de Castro Aguilera. Fue apadrinado por su tío abuelo Francisco de León Garavito en presencia de los testigos Luis Costilla, capellán mayor, Diego de Oballe, sacristán mayor y Diego de Plasencia, teniente de cura (ahasd. Catedral. Bautismos L. I, fol. 435).

3. La siguiente, Elvira Solano Garavito, celebró nupcias el 7 de agosto de 1685 (ahasd. Catedral. Matrimonios 1674-1719, fol. 95 v) con Fernando García Canales, soldado del presidio —compañía del capitán Álvaro Garavito—, natural de Medina Sidonia e hijo de Alonso Canales y Juana de Arroyo y Guerrero.