INSTITUTO DOMINICANO DE GENEALOGÍA, INC. |
Cápsulas Genealógicas |
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SECCIÓN SABATINA DEL DIARIO Hoy |
SÁBADO, 16 DE JULIO DE 2016 |
Genealogía y estudios de ADN (1 de 3) |
Preparado por Milcíades Humberto Núñez Núñez |
Con el avance de la tecnología, la genealogía contemporánea utiliza distintas disciplinas y herramientas como soporte y apoyo. Es así como se ha integrado como herramienta el uso de pruebas de ácido desoxirribonucléico (ADN). El ADN humano es tan rico en información que se afirma que contiene todo lo que se quiera saber del ser humano. Por medio de su estudio podemos determinar desde las enfermedades a las que se tiene inclinación de padecimiento hasta niveles de tolerancia de una persona a distintos grupos de alimentos; potencial y capacidades que posee un adulto o niño; pruebas de paternidad y pruebas con respecto a ancestros inmediatos o remotos con fines genealógicos, entre otros. Para entender un poco más el tema, recordemos que la célula, esa pequeña parte del ser vivo, se divide en membrana, citoplasma y núcleo. Para fines genealógicos nos interesan el núcleo, donde se encuentran los cromosomas, y el citoplasma, donde están unos organelos que se llaman mitocondrias. Cuando los científicos investigaban en sus inicios el núcleo de cada célula observaron pequeñas y extrañas formas o garabatos que por su colorido nombraron cromosomas. Al analizarlos más detenidamente se dieron cuenta que cada uno tenía un homólogo y que eran 23 pares de cromosomas totalizando 46; los ordenaron por tamaño y les dieron número, dejando para último el par 23. Los cromosomas de este par 23, en el caso de las mujeres, eran semejantes y parecían una X, por lo que le llamaron cromosoma XX, mientras que en el caso de los hombres eran disparejos: uno parecía una X y el otro una Y, por lo que lo llamaron XY. Con otras investigaciones, se comprobó que, en la fecundación, tanto el padre como la madre aportan 23 cromosomas a cada nuevo ser humano. En el esperma del padre van sus 23 cromosomas y en el óvulo los 23 que aporta la madre. Al seguir profundizando encontramos que en cada cromosoma puede verse una larga maraña de hilos que está formada por un ácido que por su composición química se llama desoxirribonucleico, mejor conocido como ADN. Ese ácido (A) está formado por nucleótidos (N) y cada nucleótido tiene a su vez un azúcar —desoxirribosa— (de donde sale la D, que completa la sigla ADN), un fosfato y una base nitrogenada. Este ADN tiene información e “instrucciones” para la vida que se pasan de una generación a otra. |