El presbítero José Eugenio Espinosa
nació en Santiago el 15 de noviembre de 1799, siendo hijo
legítimo de José Alejandro Espinosa y María del Pilar Sainz de
Azcona. Fue bautizado en Santiago por el presbítero Juan Antonio Pichardo, siendo su padrino el
presbítero Juan López, cura de la
parroquia de Moca.
Fue doctor en Sagradas Teologías
de la Universidad de Santo Domingo de Aquino. Salió del taller
donde se formaron los Bobadillas, Regalado, Rodríguez y otras
connotadas figuras del mundo eclesiástico de entonces. El 6 de
agosto de 1826 recibió la ordenación sacerdotal de las manos del
arzobispo monseñor Pedro Valera Jiménez y el 23 diciembre del
mismo año le fue asignada la parroquia de San José de las Matas
donde permaneció hasta el 28 de noviembre de 1835. De aquí pasó
a La Vega, donde se integró a la causa de libertad.
Estando en esa ciudad, el
presbítero
Espinosa fue protagonista de su
pronunciamiento a favor de la Independencia, el 6 de marzo de
1844, realizado por el comunicado trinitario Pedro Ramón de Mena, tocándole
organizar la histórica reunión celebrada en el Ayuntamiento
local donde quedó proclamada la adhesión de La Vega a la causa
nacional. Recibió además al Padre de la Patria Juan Pablo Duarte
el 25 de junio del mismo año, siendo destituido por esa causa
del curato de La Vega por el arozbispo Tomás de Portes e
Infante, opuesto al proyecto de los jóvenes trinitarios.
El 2 de noviembre del 1844 volvió a la parroquia de San José de
las Matas. Esto no disminuyó su patriotismo ni su ideal de un
país libre y soberano, ya que también sirvió durante la gesta
restauradora, formando parte de la Junta de Gobierno establecida
en Santiago y la cual presidió el prócer Benigno Filomeno de
Rojas.
Así como grande fue su fervor patriótico, igual lo fue su ardua
labor como sacerdote. Además de haber sido párroco de La Vega y
San José de las Matas, también estuvo a cargo de la parroquias
de San Fernando de Montecristi, desde septiembre de 1844 hasta
el 1 de agosto 1845; de la ermita de San Lorenzo de Guayubín,
del 24 de octubre de 1847 hasta el 6 de enero de 1852; de la
ermita de San Ignacio de Sabaneta, del 20 de febrero de 1848
hasta 17 de septiembre de 1860, y de la ermita de Jánico, desde
el 15 de septiembre de 1844 hasta el 21 de febrero de 1882. Fue
vicario en Santiago de los Caballeros en 1859.
Como queda visto, el padre Espinosa fue párroco de San José de
las Matas por un total de 48 años, en dos intervalos: desde el
año de 1826 hasta el 5 de septiembre de 1836, y desde 1844 hasta
su fallecimiento en el 1882. Acaso no haya existido otro cura
que conociese mejor a sus feligreses, muchos de ellos sus
parientes. En efecto, aunque nació en Santiago, el
presbítero
Espinosa estaba emparentado con los descendientes de los
primeros pobladores que se establecieron en La Sierra. De aquí
su vasto conocimiento sobre la genealogía de estas familias y la
abundancia de dispensas de parentesco entre los feligreses de
esa parroquia.
Su abuelo fue el escribano José Sainz de Azcona casado con
Antonia López, de quien descienden todos los Azcona esparcidos
en La Sierra y sus alrededores. Tío de su madre lo fue José
López, casado con Isabel Ureña Valerio, tronco de los López de
la región; vale acotar que de los hermanos de Isabel Ureña
descienden todos los Ureña de la Sierra. Un tío materno del
padre Espinosa, José Sainz de Azcona, estaba casado con María de
las Nieves Rodríguez, hermana de José Rodríguez, quien había
sido unos de los fundadores de San José de las Matas y uno de
los firmantes de la petición de sus pobladores en 1810, para ser
erigidos como “villa de españoles con cabildo”. Otra hermana de
estos Rodríguez, María, estaba casada con Agustín Jáquez, hijo
de Mariana San Pedro de Peralta, viuda de Jáquez, quien donó los
terrenos para establecer la iglesia y el cementerio de San José
de las Matas. Una hermana del cura, Petronila Espinosa, casó con
Manuel Santelises, ancestro de todos los Santelises esparcidos
por la región.
Fue en ese entorno de estrecha relación de parentesco que el
padre Espinosa vivió en la Sierra, rodeado de feligreses de
ferviente fe católica, impartiendo su amor a Dios, al prójimo, a
la patria y a la libertad.
El 23 de febrero de 1882, en San José de las Matas, entregó su
alma al Creador este gran sacerdote y prócer de la
independencia. En su honor, una de las calles principales de ese
pueblo lleva su nombre.
Fuentes Bibliográficas:
Espínola, Jovino: Artículo, Seminario Nuevo Domingo
Godbout, Santiago: Historia Parroquia
de San José de las Matas, págs. 42-43
González Hernádez, Julio Amable: Rosa
Duarte: Su familia en sus apuntes, Cápsula
genealógica del Instituto Dominicano de Genealogía, 20 de
febrero del 2008
Jáquez Torres, Mario Julio: Investigaciones Genealógicas, 2008
La Voz de Santiago, 23 de febrero de 1882
Sáez Ramo, José Luis: La Iglesia
Católica y el liberalismo en la República Dominicana,
dominicanos.blogspot.com, 20 de febrero del 2008