La Vega en grabado de Samuel Hazard, 1873

La relación de bautizados en 1819 continúa con los siguientes:

• Juana Guerrero: Bautizada el 12 de junio de 1819, de 25 días de nacida. Hija de Manuel y Juana, esclavos de Joaquín Guerrero[1].

• Marcelina Clisante: Bautizada el 27 de junio de 1819, de 15 días de nacida. Hija de Juliana, esclava de Antonio Clisante[2].

• Ramona de Vargas: Bautizada el 30 de junio de 1819, de 1 mes y 15 días de nacida. Hija de María de Vargas, esclava de Vicente Mártir[3].

• Petronila García: Bautizada como liberta el 21 de julio de 1819, de [...] mes y 21 días de nacida. Hija de Antonio y Rufina García, esclavos de María de Vargas. No se mencionan las condiciones de su libertad como en partidas anteriores[4].

• Basilio Agramonte: Bautizado el 19 de agosto de 1819, de 2 meses y 5 días de nacido. Hijo de Rosa, esclava de Antonio Agramonte[5].

• Ramona Josefa Rendón: Bautizada el 15 de septiembre de 1819, de 15 días de nacida. Hija de Manuela, esclava de María Bidó[6].

• José de Jesús Amésquita: Bautizado el 4 de noviembre de 1819, de 15 días de nacido. Hijo de Martina, esclava de Beatriz de Amésquita[7].

• Leonarda Saldívar: Bautizada el 21 de noviembre de 1819, de 18 días de nacida. Hija de Juana, esclava de Cristóbal Saldívar[8].

• Juan Mártir: Bautizado el 30 de noviembre de 1819, de 1 mes y 28 días de nacido. Hijo de Damiana, esclava de José Mártir[9].

• Ignacia de los Santos: Bautizada el 30 de noviembre de 1819, de 4 meses y 3 días de nacida. Hija de Bartolina, esclava de Alejo de los Santos[10].

• Eugenia Jorguín: Bautizada el 25 de diciembre de 1819, de 1 mes y 9 días de nacida. Hija de María Antonia Jorguín, esclava de Joaquín Santos[11].

En 1820 solo fueron llevados a la pila bautismal doce esclavos:  

• María Joaquina Abréu: Bautizada el 23 de enero de 1820, de 1 mes y 9 días de nacida. Hija de Lorenza, esclava de Manuel Abréu[12].

• Ana Melchora Remigio: Bautizada el 23 de enero de 1820, de 11 días de nacida. Hija de Joaquina, esclava de Juana Remigio, “la que en el acto concedió la libertad a la dicha Ana, según se me expresó”[13].

• Julián Vidal: Bautizado el 30 de enero de 1820, de 20 días de nacido. Hijo de Fulgencia Vidal, esclava de José Cortorreal[14].

• María de la Concepción Sánchez: Bautizada el 30 de enero de 1820, de 1 mes y 22 días de nacida. Hija de María de las Mercedes Sánchez, esclava de Alejo de los Santos[15].

• Felícita Suriel: Bautizada el 3 de febrero de 1820, de 18 días de nacida. Hija de Bárbara, esclava de Francisco Suriel[16].

• María Candelaria Jiminián: Bautizada el 15 de febrero de 1820, de 14 días de nacida. Hija de Anacleto y Antonia, esclavos del presbítero Ysidoro (sic) Jiminián[17].

• Juan de Mata Núñez: Bautizado el 19 de febrero de 1820, de 12 días de nacido. Hijo de María de la O, esclava de María Núñez[18].

• José María Vega: Bautizado el 21 de marzo de 1820, de 22 días de nacido. Hijo de María Manuela, esclava de Simona Vega, “quién concedió la libertad a dicho párvulo José María, según me hizo constar”[19].

• María Dolores Saldívar: Bautizada el 1 de abril de 1820, de 9 días de nacida. Hija de Victoria, esclava de Ramona Saldívar[20].

• Ramón Patricio Mena: Bautizado el 5 de abril de 1820, de 22 días de nacido. Hijo de María Eduarda, esclava de Juan de Mena y Petrona Sánchez, “quienes concedieron la libertad a dicho párvulo Ramón”[21].

• María de las Angustias Jiminián: Bautizada el 9 de abril de 1820, de 9 días de nacida. Hija de Eugenio y Escolástica, esclavos del presbítero Ysidoro (sic) Jiminián. Fue su padrino don Lucas Grateró[22].

• María de los Dolores Suárez: Bautizada el 7 de mayo de 1820, de 16 días de nacida. Hija de María, esclava de José Suárez[23].

Los últimos esclavos fueron bautizados en 1821. La lista es la siguiente:  

• Antonio Gabino Jiménez, bautizado el 5 de marzo de 1821, de 15 días de nacido. Hijo de Florentina, esclava de María Ramona Jiménez[24].

• María Hilaria Laureano, bautizada el 6 de marzo de 1821, de 3 meses y 4 días de nacida. Hija de Micaela, esclava de María Laureano[25].

• María Santiago Suriel, bautizada el 16 de abril de 1821, de 20 días de nacida. Hija de María, esclava de Francisco Suriel[26].

• Manuela Paulina Mota, bautizada el 9 de julio de 1821, de 19 días de nacida,  “nacida liberta por su señor, quien lo hizo constar”. Hija de Andrés Mota y de Camila, esclava del presbítero Pablo Francisco de Amésquita (sic)[27].

• Juan Gualberto Hernández, bautizado el 21 de julio de 1821, de 20 días de nacido. Hijo de Mar… esclava de Petrona Hernández[28].

• Anacleto Santana, bautizado el 24 de julio de 1821, de 20 días de nacido. Hijo de Dominga Santana, esclava de Manuel Concepción[29].

• Manuel de Jesús González (bautizado como liberto sin más información) fue bautizado el 3 de agosto de 1821, de 1 mes y 7 días de nacido. Hijo de Ysabel, esclava de Petronila González[30].

• Antonio Guerrero, bautizado el 26 de julio de 1821, de 1 mes y 4 días de nacido. Hijo de Pedro Pablo, esclavo de Joaquín Guerrero, y de Manuela, esclava de Santiago Márquez[31].

• María Antonia González, bautizada el 13 de agosto de 1821, de 2 meses y 2 días de nacida. Hija de Venancia, esclava de María González[32].

• Ángela Marcé, bautizada como liberta el 20 de agosto de 1821, de 18 días de nacida. Hija de María, esclava de Juan Bautista Marcé[33].

• José Serafín Mártir, bautizado el 22 de septiembre de 1821, de 2 meses de nacido. Hijo de María Mundo, esclava de Vicente Mártir[34].

• Justa Camilo, bautizada el 30 de septiembre de 1821, de 2 meses y 12 días de nacida. Hija de hija de María, esclava de Esteban Camilo[35].

Todos estos niños bautizados entre 1805 y 1821, nacidos esclavos —aunque algunos liberados al nacer por decisión de sus amos o como producto de transacciones—, quedaron convertidos en hombres y mujeres libres a partir de 1822, de manera que constituyeron la última generación esclava en La Vega; sus hijos y nietos no los conocieron sometidos a la esclavitud —cuya supresión fue ratificada al proclamarse la independencia en 1844— y terminarían sus vidas en la segunda mitad del siglo XIX y acaso en los primeros lustros del siglo XX.

Con su liberación, toda mención de su condición de antiguos esclavos sería obviada en los documentos en los que figurarían posteriormente, incluso sus actas de matrimonio y defunción. De aquí el interés que representa haber relevado sus actas de bautismo, que contra el silenciamiento de su condición de exesclavos después de 1822, constituyen el eslabón primario para rastrear el origen de numerosas estirpes patronímicas. 

*Agradezco a Wilber Ramírez Ramírez la localización y transcripción de los datos contenidos en las actas contenidas en esta serie.