La lista de esclavos de El Seibo concluye con los siguientes:

• LORENZO, ANTONIO: Esclavo de casta bámbara, de aproximadamente 55 años, casado en la villa de El Seibo. Fue comprado en 60 pesos “excudos de a ocho reales de plata” por el alcalde ordinario Cristóbal de Aponte a Juan Cleresó, “residente en esta villa y vesino de la ciudad del Guarico, apoderado general de las nasión francesa para la recaudación de los negros fuxitivos d´esta, según los tratados y permisión de ambas magestades Cathólica y Christianísima y en virtud de la lisencia comferida por su Señoría el Señor Presidente para la venta de los negros casados e ymposibles según los despachos presentados”.  Como tachas tenía “el lisio de quebrado de la yngle y con la de haver hecho fuga de las colonias de su nasión”. La venta fue instrumentada el 2 de octubre de 1764 por ante el escribano público de El Seibo Tomás Antonio González y Fernández[1].

• MEJÍA, JUAN: Negro esclavo criollo propiedad de Manuel del Orden Benítez, que había comprado a Micaela de Altagracia, viuda, vecina de Bayaguana. Tachado de ladrón, fue vendido en 340 pesos “excudos de a ocho reales de plata” a Miguel Gerónimo el 6 de abril de 1766 por ante el escribano público de El Seibo Tomás Antonio González y Fernández[2].

• NAGO, FRANCISCA: Hija del moreno libre Juan Nagó y esclava del capitán Matías de Reyna. Tenía apenas tres años cuando su amo le dio carta de libertad por ruego de su padre el 26 de marzo de 1761 por ante el escribano público Tomás Antonio González y Fernández. 

• SORRILLAS, JOSÉ: Esclavo negro, ladino, de casta congo, propiedad de Juan Agustín García, vecino de El Seibo, que compró al gobernador de armas Manuel Sorrillas y que vendió mediante acto auténtico el 25 enero de 1754 al alférez sargento Lorenzo Sorrillas en 290 pesos[3].

Sorrillas lo vendió a Blas Gómez y este lo vendió  a Gaspar de Mota en 300 “pesos escudos de a ocho reales de plata cada uno” el 12 de septiembre de 1757 por ante Manuel Sorrillas, alcalde ordinario, por defecto de escribano público[4]. 

• SORRILLAS, JUAN: Esclavo mulato, criollo, de Juan Anteportalatín Sorrillas, que compró a Miguel de Paredes, vecino de Santo Domingo. Tenía más de 30 años cuando le otorgó carta de libertad a cambio de 300 pesos el 12 de marzo de 1767 por ante el escribano público de El Seibo Tomás Antonio González y Fernández[5].

• SORRILLAS, LAZARA: Esclava “de color mulata clara” propiedad del gobernador de armas, alférez real y alcalde ordinario Manuel Sorrillas. Era hija de una negra que había heredado de su padre. Le dio carta de libertad cuando tenía 40 años “por el mucho amor que le tengo por haberme servido vien” el 28 de marzo de 1757 por ante el escribano público y de cabildo de El Seibo Lucas Suárez de Brito[6].  

• TIBURCIO, JOSÉ: Mulato criollo del capitán Antonio de Rivera, vecino de El Seibo, que compró a Francisco de Rojas, vecino de Santiago. El 21 de mayo de 1731 lo vendió a los esposos Andrés Hernández y Juana de la Cruz y Soto, vecinos de El Seibo, en 300 pesos “de a ocho reales de plata cada uno”, por ante el alcalde ordinario de la villa, Luis Guerrero de la Fuente, a falta de escribano[7].  El 16 de octubre del mismo año, los esposos Hernández de la Cruz lo vendieron a los esposos Juan de Herrera, alférez, y Felícita Ramírez, por el mismo precio de compra y por ante el mismo funcionario[8]. 

• TIBURCIO, JOSÉ: Esclavo de Manuel Sorrillas, alférez real y gobernador de armas de El Seibo. Es llamativo lo completo de su descripción: era un “mulato cautivo”, “de color pardo, de edad treinta años, criollo de esta isla”, “que no ha cometido delito criminal por donde merezca pena corporal, sano de toda enfermedad pública o secreta, de mal de corazón, bubas, ojos claros sin ver, no fujitivo, ni ladrón, borracho ni con otro ningún defecto ni tacha que le impida a servir bien”.

Lo vendió en 260 pesos, que recibió “en plata de cuño español”, al capitán Andrés de las Mercedes y su esposa Ysabel Lucas el 28 de mayo de 1756 por ante Lucas Suárez de Brito, escribano público y de cabildo de El Seibo[9].

• TOLENTÍN, ANDRÉS: Negro de casta congo, “tuerto de un ojo”, de Luis Félix de las Mercedes, que había comprado a Nicolás Tolentín, vecino de El Seibo, y que vendió a Juan José Ysidoro en 270 pesos “escudos de a ocho reales de plata” el 16 de marzo de 1763 por ante el escribano público de El Seibo Tomás Antonio González y Fernández[10].

• ZORRILLA, VICENTE: Negro criollo de Juan de Cuba, vecino de El Seibo, que compró a su compueblana Antonia Villar. Lo vendió a Juan Hidalgo, vecino de Higuey, en 300 pesos por ante Benito Santana, alcalde ordinario, a falta de escribano público, el 24 de septiembre de 1776.  Tenía entonces aproximadamente 25 años y tenía “la tacha de simarrón y una leción de gota”[11]. Es interesante observar como la grafía de su apellido varía con respecto al patronímico Sorrillas, llevado por otros esclavos.

Notas Bibliográficas: