Catedral desde el parque Duarte en Santiago
- Colección Osiris Delgado
El 6 de septiembre de 1863, la
ciudad de Santiago quedó reducida a cenizas a causa de un
incendio desatado a propósito del sitio tendido a las fuerzas
anexionistas españolas por el ejército dominicano en la
fortaleza San Luis, durante una batalla en plena Guerra de la
Restauración. Este incendio consecuentemente redujo a cenizas,
entre otros,
los registros parroquiales que hasta la fecha y por siglos se
venían preservando en la Iglesia Parroquial Mayor de aquella
ciudad. En otras palabras,
se borró prácticamente la memoria de sus habitantes. La pérdida
ha sido irreparable.
Se desconoce desde qué fecha y
acogiéndose al Concilio de Trento, la parroquia de Santiago
empezó a registrar los bautizos, matrimonios y defunciones, pero
teniendo en consideración que la parroquia de San José de las
Matas inició sus registros en 1814, es de suponer que los de
Santiago se remontarán a algún momento
del siglo XVII. El incendio de 1863 los consumiría.
Sí se conocen
dispensas matrimoniales otorgadas a vecinos de Santiago y su entorno a partir de 1765,
las cuales obran en el Archivo Histórico del Arzobispado de
Santo Domingo, razón por la que se salvaron del incendio. La información que estos documentos muestran
es muy limitada, ya que sólo
llenaban esa formalidad los contrayentes que tenían algún grado
de parentesco. Sin embargo, nos ofrecen la ventaja
de que citan ancestros de varias
generaciones anteriores.
Reuniendo y articulando los
parientes citados en dichos legajos, es posible reconstruir
en forma muy parcial la genealogía de una a tres generaciones de algunas
familias de Santiago, remontándonos al siglo XVIII y a la
primera mitad del XIX. Su compulsa permite concluir que muchos
apellidos hoy comunes en esta ciudad tienen presencia allí y sus
alrededores por lo menos desde hace 200 a
300 años.
A continuación reseñamos los
ancestros más antiguos de algunos apellidos hasta ahora
estudiados. Las fechas estimadas de nacimiento se consignan en
base a una proyección a partir de la fecha en la cual la
dispensa fue solicitada.
-
LOS ABRÉU
Un Abréu nacido hacia 1730 tuvo
tres hijos: Juan, Manuel y José Abréu. Se desconoce el nombre de
la madre. Juan Abréu casó con Luisa Hernández y procrearon a
Antonio[1], Ramona[2] y Juan[3] Abréu Hernández. De este ramal desciende
la familia León Jimenes de Santiago. Manuel Abréu casó con
Margarita Inoa y tuvieron a Juan[4] Abréu
Inoa. José Abréu casó con
Gregoria Hernández y tuvieron a Eufemia[5] y Catalina[6] Abréu
Hernández.
Bajando una generación,
encontramos que:
Antonio[1]
Abréu Hernández casó con Josefa Durán y son los padres de Benita
y Juana Teresa Abréu Durán.
Ramona[2]
Abréu Hernández casa con José Rodríguez Díaz, hijo del canario
Juan Rodríguez y Estefanía Díaz Betancourt, siendo los padres de
José y Petronila Rodríguez Abréu.
Juan[3]
Abréu Hernández casa con María Manuela de León y son los padres
de Elías de León y María Mercedes Abréu de León. El primero,
Elías, casó en 1855 en Santiago con Francisca González Abréu
siendo así ancestros de la familia León Jimenes. La segunda,
María Mercedes, casó hacia 1847 con el prócer de la Restauración
Secundino Espaillat Velilla. De ese ramal descienden los
abogados Julio César Castaños Espaillat, José María Hernández
Espaillat, así como el líder del 14 de Junio, David Onelio
Espaillat Campos.
Juan[4]
Abréu Inoa casó María de la Cruz y fueron los padres de Jacinto
Abréu de la Cruz.
Eufemia[5]
Abréu Hernández casó con Bernardo Fernández y fueron los padres
de Gregorio[A],
Juan[B] y
Pablo[C]
Fernández Abréu.
El primero, Gregorio[A]
Fernández Abréu, casó con Josefa Hernández Acevedo y fueron los
padres de: Francisco[a]
Estevan, quien casó en 1861 en Santiago con Juana Polanco
Fernández; Inés[b],
quien casó en 1841 en Santiago con Justo Tavares Cortoreal; y
José[c]
Fernández Hernández, quien casó en 1860 con Sinencia Caraballo
Fernández.
El segundo, Juan[B]
Fernández Abréu, casó con Petronila Rodríguez Abréu y son los
padres de: Bernarda[a]
Fernández Rodríguez, quien casó en 1835 con Joaquín González
Abréu; Josefa[b],
quien casó con Manuel Torres; y Pedro[c]
Fernández Rodríguez, quien casó en 1848 con Ramona González
Abréu. Estos últimos son ancestros directos de las hermanas
Mirabal.
El tercero, Pablo[C]
Fernández Abréu, casó con Gregoria Hernández y luego en 1846 con
María García Rodríguez.
Catalina[6]
Abréu Hernández casó con José Rodríguez y procrearon a Josefa
Rodríguez Abréu. Esta última casó con Juan García, cuya hija,
María García Rodríguez, casó en 1846 en Santiago con Pablo
Fernández Abréu, hijo a su vez de Bernardo Fernández y
Eufemia[5]
Abréu Hernández.
Domingo Acebedo nació hacia
1760. Casó con Sebastiana Pérez y tuvieron a
Antonio[1],
Rita[2] y
Antonia[3]
Acebedo Pérez. Domingo Acebedo también casó con
Luisa Rodríguez y procrearon a María[4]
y Juana[5]
Acebedo Rodríguez.
La siguiente generación está
conformada así:
Antonio[1]
Acebedo Pérez casó con
Mauricia de Peña Santiago, hija de Pablo de Peña Vásquez y Ana
Santiago Aracena. Procrearon a
Ramón[A],
Joaquín[B] y
Juan[C]
Acebedo de Peña.
Rita[2]
Acebedo Pérez casó con un señor de apellido Pérez y procrearon a
Antonia[D]
Pérez Acevedo.
Antonia[3]
Acebedo Pérez procreó a José[E]
Joaquín Acebedo.
María[4]
Acebedo Rodríguez casó con Fulgencio Cortorreal y procrearon a
Dolores[F]
Cortorreal Acebedo.
Juana[5]
Acebedo Rodríguez casó con José Hernández y procrearon Josefa[G]
Hernández Acebedo.
Si bajamos otra generación
encontramos que:
Ramón[A]
Acebedo de Peña casó en 1826 en Santiago con Benita López de
Peña, hija de Clemente López y Gertrudis de Peña, y fueron los
padres de Miguel[a]
Acebedo López. Este último casó en 1861 con Petronila[b]
Acebedo Fermín, hija de Juan Acebedo Peña y María Fermín.
Joaquín[B]
Acebedo de Peña casó en 1840 con Gertrudis Pérez Guzmán, hija de
Juan Pérez y Anastasia Guzmán.
Juan[C]
Acebedo de Peña casó con María Fermín y fueron los padres de
Petronila[b]
Acebedo Fermín, quien casó con Miguel[a]
Acebedo López.
Antonia[D]
Pérez Acebedo casó con José Villar y fueron los padres de Ramón[c]
Gregorio Villar Pérez, nacido en 1842, y quien casaría en el
mismo Santiago en 1867 con Francisca[d]
Acebedo Montier.
José Joaquín[E]
Acebedo casó con Catalina Montier y fueron los padres de
Francisca[d]
Acebedo Montier, quien casaría con Ramón Gregorio[c]
Villar Pérez.
Dolores[F]
Cortorreal Acebedo casó con Carlos Taveras con quien procreó a
Justo Taveras Cotorreal, quien a su vez casó con Inés[e]
Fernández Hernández.
Josefa[G]
Hernández Acebedo casó con Gregorio Fernández Abréu, hijo de
Bernardo Fernández y Eufemia Abréu, y procrearon a Francisco
Estevan, José e Inés[e]
Fernández Hernández.
Lorenzo Arias nació hacia 1735.
Casó con Gregoria Ureña y procrearon a: Antonio[1],
José[2], Pedro[3]
y Valentín[4]
Arias Ureña.
La siguiente generación está
compuesta de la forma siguiente:
Antonio[1]
Arias Ureña casó con María Nieves de Acosta Tapia, hija de Juan
de Acosta y María Tapia, procreando a Cecilia[A],
Romualdo[B],
Romualda[C] y
Estevan[D]
Arias Acosta. Luego, Antonio casó de nuevo con Petronila Ureña y
procrearon a Anacleto[E]
Arias Ureña.
José[2]
Arias Ureña casó con Petrona Agnes y procrearon a María[F]
Arias Agnes.
Pedro[3]
Arias Ureña casó con Bárbara Ureña Acosta, hija de Antonio Ureña
y Manuela de Acosta Laguna, procreando a Dominga[G],
Rufina[H] y
Ruperta[I]
Arias Ureña.
Valentín[4]
Arias Ureña fue el padre de Eugenio[J],
José[K] y
Luisa[L]
Arias. Se desconoce el nombre de la madre.
Bajando una generación, tenemos
que:
Cecilia[A]
Arias Acosta casó hacia 1835 con Ramón[a]
Galves Arias, hijo de Manuel Galves y María Arias Agnes.
Romualdo[B]
Arias Acosta casó hacia 1845 con Francisca[b]
Rivas Arias, hija de Pedro Rivas y Rufina Arias Ureña.
Romualda[C]
Arias Acosta casó con Francisco Rivas y procrearon a
Ezequiel[d]
Rivas Arias, quien a su
vez casó en 1884 con Celestina Ramírez Arias, hija de
Juan Ramírez y Luisa Arias.
Estevan[D]
Arias Acosta casó con Andrea Guerrero y procrearon a
Antonio Arias Guerrero quien nació en 1845 en Santiago.
Este casó en 1871 con Gregoria[c]
Cruz.
Anacleto[E]
Arias Ureña procreó con Isidora Laguna a Bernardino
Laguna.
María[F]
Arias Agnes casó con Manuel Galves y procrearon a Ramón[a]
Galves Arias.
Dominga[G]
Arias Ureña casó en 1828 con Lucas Ureña de los Santos, hijo de
Luis Ureña Soler y Margarita de los Santos.
Rufina[H]
Arias Ureña casó con Pedro Rivas y fueron los padres de
Francisca[b],
Micaela y Pedro Rivas Arias.
Ruperta[I]
Arias Ureña procreó una hija llamada María Encarnación Arias.
Esta última casó en 1843 en Santiago con Bernardino Laguna, hijo
de Anacleto[E]
Arias Ureña e Isidora Laguna.
Eugenio[J]
Arias casó con Rosalía Ventura y son los padres de Dámaso Arias
Ventura (1836-1938). Este último casó en 1873 con Eulogia
Castillo Núñez, hija de Juan Castillo y Ventura Núñez. De esta
rama descienden importantes líneas de las familias santiagueras
Jorge, Cantisano y Saleta.
José[K]
Arias procreó una hija con María Cruz a quien llamaron Gregoria[c]
Cruz, nacida en 1849 en Santiago. Esta última casó en 1871 con
Antonio Arias Guerrero, hijo de Estevan[D]
Arias Acosta y Andrea Guerrero.
Luisa[L]
Arias casó con Juan Ramírez y fueron los padres de Celestina
Ramírez Arias, quien casa en 1884 con Ezequiel[d]
Rivas Arias.
Manuel Bautista nació hacia
1747. Casó con Baltasara Genao y procrearon a Manuel[1]
y Juan[2]
Bautista Genao.
Manuel[1]
Bautista Genao casó con Francisca Francisco y procrearon a Juan[A]
Bautista Francisco.
Juan[2]
Bautista Genao casó con María de Bargas y procrearon a Francisco[B]
Bautista de Bargas.
Bajando una generación más,
encontramos que:
Juan[A]
Bautista Francisco casó con Rosa Adames, con quien procreó a
Juan[a]
Bautista Adames, quien a su vez casó en 1847 en Santiago con
Blanca[b]
Bautista Valdez.
Francisco[B]
Bautista de Bargas casó con Mauricia Valdez y fueron los padres
de Blanca[b]
Bautista Valdez, quien a su vez casó con su primo Juan[a]
Bautista Adames.
Nicolás Beato nació hacia 1771.
Casó con Manuela Morillo. Procrearon a Eusebio[1]
y Luis[2]
Beato Morillo.
Eusebio[1]
Beato Morillo casó con una señora de apellido de la Cruz y
procrearon a Fernando[A]
Beato de la Cruz.
Luis[2]
Beato Morillo casó con Juana Sosa y procrearon a Francisco[B]
Beato Sosa.
En la siguiente generación,
Fernando[A]
Beato de la Cruz casó en 1846 con María Abréu, hija natural de
Catalina Abréu.
Francisco[B]
Beato Sosa casó con Catalina Abréu y procrearon a María Abréu,
quien se casaría en 1846 con Fernando Beato de la Cruz.
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