Aun cuando desconocemos el origen exacto del apellido Sterlin, sabemos que etimológicamente proviene del antiguo vocablo normando esterlin, pequeña estrella, y que, luego de instalado entre nosotros, derivó hacia la forma más común y difundida de Sterling.

La inequívoca procedencia del antropónimo nos conminó, sin más, a remitirnos al catálogo de los Archivos Nacionales de Ultramar (ANOM, por sus siglas en francés). De entrada, hay que advertir que estos repertorios albergan un enorme caudal de información, merced al cual es posible empezar a divulgar toda una suerte de detalles históricos inéditos sobre la parcela oriental de la isla de Santo Domingo. Como ejemplo de lo anterior, contamos con un documento de solicitud de rehabilitación sometido a las autoridades galas por los sucesores de un miembro de la familia, lo que nos ha permitido recomponer su periplo y conocer sobre las verdaderas causas de su presencia en territorio español.

En lo que toca a la investigación genealógica, tenemos que Jean Sterlin fue marido de Petronille Coicault, con quien procreó a Jean Sterling Coicault.

Con respecto a este Jean Sterlin, sabemos que fue súbdito francés nacido en el actual cantón girondino de Cadillac, Aquitania cerca de 1690. Emprendió la carrera de Indias en los liminares del siglo XVIII, estimulado quizás por la febrilidad que desde el puerto de Burdeos salpicaba por entonces a toda la periferia de la Gironda. Se avecindó en la pujante colonia de Saint Domingue, donde se unió a Marguerite Cheuleau Desforges, hija de François Cheuleau Desforges y Suzanne Renassan. Fueron sus hijos: Jean, Michel, Marguerite, Jacques Hyacinthe, Nicolás, Marie Françoise, Pierre, Louis François, Marie Rose, Jeanne, Elizabeth y Suzanne Sterling Desforges.

De estos, Nicolás Sterlin y Desforges, nacido en la Petite Rivière de l’Artibonite, Haití, el 20 de diciembre de 1718, es el tronco conocido de una ilustre y prolífica rama que se desparramó por Santo Domingo, Puerto Rico y Cuba.

Se sabe que residió en la parte francesa por poco más de dos décadas. Igualmente, que allí, en un aciago día de 1742, mientras transitaba por el Grand Chemin de Saint Marc, el joven Sterlin fue atacado alevosamente por el nombrado Antoine Tribié quien, con el auxilio de un foete, le infringió varias heridas graves. Quiso la fortuna que poco tiempo después, el 14 de marzo de 1743, se encontraran nueva vez agraviante y agraviado armados de pistolas y a lomo de caballo. Terminaron por enfrascarse en un nuevo lance, que concluyó con Tribié mortalmente herido y con Sterlin sometido a la justicia, gracias a las efectivas diligencias realizadas por un hermano de la víctima.

La Corte Real de Saint Marc evacuó su sentencia condenatoria el 22 de julio de 1745, ordenando la ejecución del imputado. Nicolás resolvió escapar del brazo de la justicia ingresando de manera furtiva en la parte española de la isla. De suerte que, a poco de haberse instalado en la ciudad del Ozama, fue designado teniente de caballería española. Además, desposó a doña Bernarda del Monte y Luna, hija del capitán Tiburcio del Monte y Villafaña y de doña Ana de Luna y Lara. Fue propietario de la hacienda cafetalera de San Isidro de Cambita y falleció y fue sepultado en la catedral de la urbe dominicopolitana el 11 de mayo de 1778. Fruto de su matrimonio nacieron los siguientes hijos: Joaquina, Francisca Xavier, Micaela, Nicolás, Tiburcio, María del Rosario, Francisco Bernardo de la Luz y Remigio Ángel María de la Luz Sterling del Monte.