El ron se extrae de la caña de
azúcar, planta esta traída desde las Islas Canarias a América en
1494 por Cristóbal Colón en su segundo viaje, mediante un
proceso de fermentación, destilación y luego envejecimiento.
La caña de azúcar se sembró por
primera vez en el nuevo continente en La Isabela. De La Española es llevada a otras islas del Caribe así como al
territorio continental.
La primera y rústica producción
de ron se pierde en el tiempo, pero sí se tiene constancia
documental de que para la época de los bucaneros y piratas en el
siglo XVI, ya estos traficaban y consumían el ron.
En sus inicios, el ron era
consumido por los esclavos, negros e indios, mientras que los
amos españoles consumían vino. Cuando la colonia española entra
en su período de abandono por parte de la metrópoli, el ron se
convirtió en la bebida de todas las clases sociales.
Durante todo el período
colonial, el ron se convirtió en un producto de amplia
aceptación y consumo por la población, el cual se producía en
alambiques situados próximos a los ingenios de azúcar.
A partir de la independencia
dominicana en 1844, se organizó y reguló la producción de ron a
través de impuestos y patentes a los alambiqueros, diseminados
por todo el país. Hacia 1847 era alambiquero en Santo Domingo
Jaime Yépez, mientras que en Santiago, para 1867, poseían
alambiques, Manuel de Js. Tavares, Alejandro S. Reyes, Miguel S.
Quezada, Máximo Grullón, Julia e hijos, Pedro R. Espaillat,
Erasmo Bermúdez, Augusto Espaillat, Manuel M. Curiel, José
Bordas, Joaquín Beltrán, natural de Cataluña, Luciano Hernández,
Francisco Antonio Hernández, Federico Espaillat, M. de Lora,
José Antonio Arias, José Peña y P. López.
En 1871 ejercían la función de
destilador en Puerto Plata el cubano José María Consuegra, al
igual que el general Segundo Imbert, mientras que más tarde se
reputan como alambiqueros en Azua, Miguel Pérez, Nicolás Rivas,
Abelardo Marchena, Darío Ortiz y Eulogio Díaz.
Ya para fines del siglo XIX,
otros productores de ron fueron Juan Bautista Vicini, en su
ingenio Italia, en Baní; José Ginebra, Andrés Brugal Montané y
Cosme Batlle, en Puerto Plata; Regino Almánzar, Santiago Ramos,
Raimundo Hernández, Victoriano Pérez, Clodomiro Malagón,
Primitivo Hernández, Manuel de Peña, Francisco Pereira, Jacinto
Ramírez, Feliciano Batista, Rufino García, D. A. Céspedes y
Víctor Ramírez en Santiago y sus alrededores. Para fines del
siglo, era famoso el ron producido por Miguel Alcalá en la calle
El Conde de Santo Domingo. En casi todos los pueblos del país,
como puede constatarse, existían alambiqueros que producían
diversos tipos de ron.
El siglo XX nos aporta nuevos
apellidos así como el establecimiento de compañías más formales.
En Santo Domingo: Cortés Hnos., Barceló y Compañía, Luis
Martínez y Cía., Cochón Calvo, Martínez Amor y Cía., M. Dávila y
Cía., José Lebrón Morales, Ricardo Hernández, Nicanor Martínez y
Lebrón Egea y Cía.
En Santiago tenemos a Pedro
María Jorge Arias, Sahdalá y Cía., Carlos Bello, Octavio C.
Féliz, Isidro Bordas, Manuel Bermúdez, Rodríguez y Venegas,
Manuel González y Cía., Ramón Rodríguez y Salvador A. Jorge.
En San Pedro de Macorís aparecen
Burgos y Amechazurra, Gavino Vega Fabré y Pedro Justo Carrión y
Cía.
Igualmente tenemos en La Vega a
Font Gamundi, en Navarrete a Alberto Bisonó, en Barahona a Báez
y Cía. y en La Romana a Flaquer y Cía.
De la enorme masa
de personas que se dedicaron a destilar ron en alambiques en el
curso de los siglos XIX y XX, sólo unos pocos lograron
sobrevivir a los cambios económicos y fiscales en el curso del
tiempo, hasta evolucionar y transformarse en empresas dedicadas
a esta actividad comercial con características industriales,
erigiendo al ron como la bebida nacional.
En próximas entregas, conoceremos la genealogía de algunos de
esos tenaces emprendedores, cuyos apellidos fueron en el pasado
o continúan siendo hoy día sinónimo del ron dominicano.
Fuentes Bibliográficas:
Chez
Checo, José: El Ron en la Historia Dominicana - Tomo I,
Santo Domingo, Amigo del Hogar, 1988
Museo del Ron:
Información Obtenida, Santo
Domingo,
2009
Tejada, Miguel Adriano: Historia del Ron Dominicano,
Santiago, Editora Teófilo S.A., diciembre 1987