Símbolo de la permanencia de Santiago, de su continuidad a través de cinco siglos de historia, la Catedral Metropolitana Santiago Apóstol, El Mayor, antigua Iglesia Mayor de Santiago de los Caballeros, fue construida entre 1868 y 1894 y consagrada el 21 de enero de 1895. Considerada el monumento ecléctico por excelencia de la ciudad, está orientada de este a oeste y ocupa el espacio reservado a la iglesia parroquial desde la tercera fundación de la ciudad en 1562. Es sede de la Arquidiócesis de Santiago de los Caballeros. Fue declarada Patrimonio Nacional por decreto 172-91 del 29 de abril de 1991.

Sustituyó la iglesia parroquial reedificada entre 1851 y 1860, que quedó arruinada al ser convertida en hospital de sangre por las tropas españolas en 1863, durante la guerra de la Restauración. Su construcción resultó muy accidentada y fue afectada por acontecimientos económicos y eclesiásticos: fue suspendida entre 1870 y 1874, año este último cuando fue retomada bajo la dirección del maestro albañil Onofre de Lora, y nuevamente detenida en 1882. Reasumida bajo la dirección del ingeniero francés Henry Thomasset entre 1883 y 1884, en este último año fue abandonada. Retomada en 1888 bajo la dirección del ingeniero norteamericano Lawson B. Bidwell, entonces director municipal de obras públicas, y el maestro Onofre de Lora, fue continuada en 1891 bajo la dirección de nuevo profesional, el Ing. Castillo. En 1892 fue cubierta por una techumbre de zinc encargada en Glasgow, Inglaterra, obsequio del presidente Ulises Heureaux, y montada por Mr. Miller, un ingeniero mecánico de Londres. En 1896, su Junta de Fábrica hizo instalar un carrillón de ocho campanas en su torre norte, regalado igualmente por el presidente Heureaux y fundido en París, de las que solo se conserva una. En 1898 fue completada la confección de su altar mayor, dedicado a Santiago Apóstol, El Mayor —representado como Santiago Peregrino— y a Nuestra Señora del Rosario, obra del ebanista, escultor y maestro de obras español Francisco Fernández Pérez.

Como otras iglesias de la ciudad, la Catedral de Santiago contiene sepulturas de sacerdotes, expresión del antiguo privilegio dado a estos y convertido en práctica consagrada por la costumbre, así como de ciudadanos que así lo decidieron por su última voluntad o la de sus parientes, manifestación de la creencia de que quedando el cuerpo bajo el amparo de la Iglesia estaban protegidos hasta la llegada de la resurrección. Bajo sus bóvedas descansan igualmente un presidente de la República y algunos héroes de nuestras guerras patrias.

Fruto de las modificaciones realizadas en su interior, una buena parte de los enterramientos que se fueron sumando con el paso del tiempo fueron unificados en una fosa común ubicada en el sotocoro, al pie de la Capilla de los Inmortales, cubierta con una lápida con la siguiente inscripción:

“D.O.M. Aquí descansan, en la espera del glorioso día de la resurrección de los muertos, los restos mortales de: PBRO. EMILIO REYES GONZALEZ (1890), PBRO. ARTURO ASENCIO (1908), RAÚL CABRERA (1908), PBRO. MANUEL RODRÍGUEZ (1914), PBRO. SANTIAGO LIZ SALCEDO (1920). MARIA TERESA JULIA DE LLENAS (  -  ), ESPOSOS G. BLANCO Y C. DOMINGUEZ (1902, 1913), MARIA DE JS. JAQUEZ DE GARRIS (1932), DOMINGO GARRIS (1938), NATIVIDAD VDA. DESCHAMPS ( - ), EUGENIO DESCHAMPS ( - ). Exultibunt Dómino ossa humiliáta.”

Solo Ulises Heureaux, por su condición de exmandatario, tiene una sepultura separada.

De estos personajes y otras figuras sepultadas en este templo, así como de sus tumbas, ofreceremos algunos detalles.