INSTITUTO DOMINICANO DE GENEALOGÍA, INC. |
Cápsulas Genealógicas |
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SECCIÓN SABATINA DEL DIARIO Hoy |
SÁBADO, 9 DE JUNIO DE 2018 |
Migración de azorianos a La Hispaniola (2 de 2) |
Preparado por Milcíades Humberto Núñez Núñez |
El inicio de la Segunda Guerra Mundial sorprendió a Trujillo en Europa —donde había nacido su hija Angelita—, lo que le obligó a apresurar su retorno en el yate Ramfis saliendo de Lisboa hasta las islas Azores, donde permaneció por unos días junto a su compadre el cónsul honorario dominicano allí Gil Alfonso de Andrade Botelho. De Azores continuó a Nueva York de manera más segura en el buque de carga Stavir. En ese entonces, el país también incentivaba migración de españoles republicanos y judíos como intento de la dictadura por aparentar democracia y ocultar la reciente matanza haitiana y su simpatía con los nazistas europeos. Meses después de la visita de Trujillo a las Azores llegaron al menos tres grupos de azorianos con el fin de establecerse en colonias agrícolas. Esperaban recibir US$2.50 diarios; cuando recibieron 25 centavos se iniciaron protestas, abandonaron trabajos y algunos fueron apresados por “vagos”, reaccionando con denuncias ante el consulado de Portugal. Un reporte del cónsul portugués de la Habana detalla que de un grupo de 77 azorianos, 15 terminaron en Venezuela, 2 habían fallecido, unos 43 querían regresar a sus islas y sólo 16 estaban interesados en mantenerse en República Dominicana. Cuando revisamos los registros de residencias de portugueses en el Archivo General de la Nación encontramos de este grupo de 1940 justamente 16 que renovaron su residencia en 1941; 11 aún permanecían aquí cuatro años después. Dentro de los que permanecieron en nuestro país estuvo Manuel Sousa Texeira, quien nació en San Miguel en 1914 y entró por Puerto Plata el 22 de julio de 1940. Inicialmente se dedicó a la agricultura en la finca Bogaert de Mao y posteriormente se dedicó al comercio, siendo propietario de la casa comercial “La Gloria”, le llamaban El Portugués (Brea Tió: Mao y Su Gente, 1997). Se casó con Mercedes Marcelina Fernández, con quien procreó dos hijos: Rosario, quien casó con Roberto Enrique Guzmán Silverio, hijo de José Delio Guzmán Domínguez y Rosa Silverio Mirabal, y Alberto Antonio Souza Fernández, quien casó con Tania María Tió Sanabia (Carlos Guzmán Abréu, inédito). Estuvo también Antonio Cabral Do Rego, quien llegó en 1940 y se estableció en San José de las Matas, donde trabajó en el Aserradero Inoa. Vivió también en Pontezuela, Santiago. En 1942 aparece como registrado como carpintero, con domicilio en la avenida Franco Bidó #35 de Santiago, luego como agricultor en La Piña, hoy Fantino, y en 1944 aparece residiendo en San Francisco de Macorís. Antonio Cabral casó con Andrea Castillo, con quien procreó a Manuel Jacinto y José Antonio Cabral Castillo. Otros azorianos que permanecieron al menos varios años fueron Clarimundo Furtado de Medeiros, Manuel de Souza, Manuel Cabral, Manuel González, Augusto Pereira Jr., Luis Carvalho Dos Reis, José Narciso Dacosta y Manuel Reveredo Botelho. Los tres últimos aún renovaban residencias en 1954. Es de justicia referir que el historiador brasileiro Luiz Nilton Corrêa publicó a fines del 2017 un libro titulado “La Saga de los emigrantes azorianos en la República Dominicana en 1940”, en el que detalla las vicisitudes de alrededor de un centenar de esos isleños portugueses que llegaron en 1940 a la República Dominicana. Luiz Nilton estudió allí todos los registros de azorianos detalladamente desde la década del 30. Como hemos visto, la relación con las islas Azores se ha manifestado a todo lo largo de nuestra historia. |