INSTITUTO DOMINICANO DE GENEALOGÍA, INC. |
Cápsulas Genealógicas |
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SECCIÓN SABATINA DEL DIARIO Hoy |
SÁBADO, 16 DE JUNIO DE 2018 |
PRESENCIA BANILEJA EN EL CIBAO (1 de 6) |
Preparado por Edwin Rafael Espinal Hernández |
A mi tía banileja Daisy Báez Medina de Espinal Pretender rastrear la estancia de personajes de Baní en el Cibao durante dos siglos de historia es una tarea ingente, meticulosa y difícil de concretar con certeza por la escasez de fuentes documentales y orales en diversos períodos, de manera que nos limitaremos a exponer los casos de aquellas familias y personajes respecto de las cuales se posee información precisa. Así como el siglo XVIII representó para Baní el inicio de su constitución como población endogámica fundamental de la parte este de la isla de Santo Domingo, podría concluirse que en el siglo XIX eclosionó como centro de una diáspora patronímica que se ha extendido hasta nuestro días. En el caso particular del Cibao, la presencia banileja es notoria desde los primeros años del siglo XIX, tan temprano como en 1801, cuando Agustín Franco de Medina Guerrero (1768-1814), natural “del valle de Baní”, como declaró al testar en Santo Domingo en 1810, era presidente del ayuntamiento de La Vega. En torno a Franco de Medina se tejió un entramado endogámico que incorporó en el transcurrir del tiempo a otros banilejos. Esposo de Rosa del Orbe, su cuñado José del Orbe Bocanegra casó en 1806 en Santo Domingo con Ana Iriarte Guerrero, hija de Francisco de Iriarte y Úrsula Guerrero Candelario, a su vez prima hermana homónima de Úrsula Guerrero Ruiz, su madre. Una nieta de su cuñada María de la Antigua del Orbe Bocanegra de Villa, María de la Antigua Saviñón Villa de Tavares, fue madre de Josefa Tavares Saviñón, esposa de Mario Fermín Cabral y Báez (1877-1961), hijo del general banilejo Marcos Antonio Cabral Figueredo y Amelia Báez Andújar. Una de las hijas legítimas de Franco de Medina, Josefa Franco del Orbe, residente en San Francisco de Macorís para 1830, procreó a su hijo natural José Manuel Franco con el banilejo asentado en San Francisco de Macorís Manuel María Castillo Álvarez, tío materno del prócer Matías Ramón Mella Castillo, quien a su vez era cuñado de José Nazario Brea Hernández, banilejo tronco de este apellido en San Francisco de Macorís y abuelo del destacado arquitecto Emilio José Brea García. Otro de los nietos de José Nazario, Aulio Rafael Brea Ortega, entronca nuevamente con el Baní genearca, ya que su esposa, la compositora Leonor Casilda Porcella Baehr, mejor conocida como Leonor Porcella de Brea, es nieta de Francisco Manuel Baehr Paulino y Casilda Cabral y Báez, hija también del general Marcos Cabral Figueredo. Una hermana de José Nazario Brea Hernández, María del Carmen Brea Hernández, se unió a Alejandro Victoriá Lagrange, emigrado igualmente al Cibao siguiendo acaso los pasos de su cuñado o de su tío Estanislao Victoriá Oben, quien formó familia en Puerto Plata. Alejandro casó en uno de sus matrimonios con una prima hermana de los hermanos Brea Hernández y prima hermana suya por línea paterna, María Josefina Victoriá Brea, hija de Juan Cherí Victoriá Oben y María Eusebia Brea Tejeda. Aunque algunos de los hermanos Victoriá Victoriá radicaron en Santiago, cuando Eduardo Victoriá Victoriá, nacido en Baní en 1853, casó en Santiago en 1887 con Adriana Guzmán Ovalle, su madre vivía entonces en Samaná, lo que evidencia que los periplos migratorios no tuvieron siempre un definitivo y único lugar de destino. |