INSTITUTO DOMINICANO DE GENEALOGÍA, INC. |
Cápsulas Genealógicas |
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SECCIÓN SABATINA DEL DIARIO Hoy |
SÁBADO, 14 DE NOVIEMBRE DE 2015 |
TRATAMIENTOS EN SAN CRISTÓBAL DE LOS INGENIOS |
Preparado por Leonardo Díaz Jáquez |
En la época colonial se utilizaba el tratamiento de don y doña para los casos de personas de filiación noble o perteneciente al patriciado criollo, a manera de una distinción social, mientras que el tratamiento de señor y señora, exclusivo inicialmente de los nobles, se generalizó en el siglo XVIII entre sectores burgueses y profesiones liberales. Aparecieron entonces las combinaciones de señor don y de señora doña para las personas nobles y patricias (Licenciado Raymundo González). En San Cristóbal de los ingenios encontramos estos tratamientos para los dueños de ingenios y estancias. Con la llegada de los franceses de la colonia de Saint Domingue a esta población y su entorno, y con más frecuencia después de la ocupación haitiana, estos términos se usaban en francés, con sus variantes, a los que hay que agregar el de “ciudadano”. Las funciones públicas también se usaban para identificar a los individuos, pudiéndose, en uno que otro caso, darle seguimiento a la carrera militar de algún personaje. Por asunto de espacio no pondremos ejemplos de los dueños de ingenios, hacienda y esclavos, pero todos tenían el tratamiento de don y doña. El tratamiento de ciudadano aparece por primera vez en el acta de bautismo en la ermita de San Cristóbal del 8 de julio de 1823 de Manuel, nacido el 19 de mayo de 1823, hijo natural de Tomasina Palmeda, habiendo sido sus padrinos el ciudadano Pedro Parreño y Ana de Lara (libro 4, folio 67, acta 501). Madame está consignado por primera vez en el acta de bautismo del 1 de febrero de 1815 de Esteban, nacido el 26 de diciembre de 1814, hijo natural de Francisca Gotiet, esclava de madame Gotiet, siendo padrinos Pedro y Micaela Sabala (libro 1 y 2, folio 214, acta s/n). En el acta de bautismo en la misma iglesia del 22 de mayo de 1825 de María Estebanía, hija natural de María Josefa Sans, figuran como padrinos monsiur [sic] Chevaliér y madmoisél [sic] María Francisca Dilíl (libro 5, folio 13, acta 87). Con respecto a los cargos públicos, es notorio el caso José Asención Pereyra, suplente de juez de paz, y su esposa Victoria Santana, quienes son padrinos de una cantidad apreciable de párvulos; a éste se le designa como “el suplente de juez de paz”; en unas se agregaba su apellido y en otras no. Otro tanto ocurrió con Claudio Montás, juez de paz, como podemos ver en el acta de bautismo en la iglesia de San Cristóbal del 2 de diciembre de 1825 de María Calisto, nacida el 14 de octubre de 1825, hija natural de María Dipré, en la que es padrino con mención de ese cargo junto a Leonor Chevalier (libro 4, folio 31 y 32, acta 212). No obstante, en la mayoría de los casos se le menciona como el juez Montás. Heredado de los franceses, los haitianos tenían un Consejo de Notables y suponemos que a sus miembros se le nombrara como notable ciudadano o simplemente notable, como vemos en el acta del bautismo celebrado en la iglesia parroquial de San Cristóbal el 9 de noviembre de 1833 para ungir a José Lassapél, nacido el 27 de septiembre de 1833, hijo natural de María Damiana Nabá, siendo padrino Bernardo Chevallier, “notable ciudadano” (libro 7, folio 94, acta 625). (Lassapél es un apellido en sí mismo o una de las dos variantes como se escribía el apellido Lachapelle, lo que hay que profundizar). Presentamos de manera particular el caso de José María Cabral de Luna, quien según Larrazábal Blanco nació el 12 de diciembre de 1816 y fue bautizado en San Cristóbal el 31 de enero de 1817 (no he podido localizar su acta de bautismo, pero sí las de sus hermanos). A través de diferentes actas de bautismos de la iglesia parroquial de San Cristóbal se puede dar seguimiento a los diferentes tratamientos con los que Cabral fue dispensado hasta 1851 (sabemos que alcanzó el rango de general y que ocupó la presidencia de la República). Veamos:
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