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Cápsulas Genealógicas

 

SUPLEMENTO CULTURAL DEL DIARIO Hoy

SÁBADO, 14 DE SEPTIEMBRE DE 2024

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ANCESTRO ESCLAVO EN EL SEIBO EN EL SIGLO XVIII (3 de 6)

Preparado por Edwin Rafael Espinal Hernández

 

La lista de esclavos de El Seibo continúa con los siguientes:

  • CABRAL, ANTONIA DE PADUA: “Negrita”, de los tres hijos del moreno libre Juan Cabral. Su padre promovió por ante el capitán Andrés de Mercedes, albacea fiduciario de la sucesión del capitán Juan Miguel, de cuyo patrimonio era un bien relicto, una nueva tasación de su valor para otorgarle su carta de libertad. Inicialmente, había sido tasada en 160 pesos, pero los mismos tasadores que la apreciaron por primera vez, Jorge de Acosta y Tomás Ramos, fijaron su precio en 110 pesos por ante el alcalde ordinario de El Seibo, Luis Leonardo de Santana, y el escribano público y de cabildo de la villa, Félix Tomás Ramírez, el 9 de junio de 1751[1].  

    Habiendo recibido su precio, Andrés de Mercedes le otorgó carta de libertad el 14 de agosto de 1751 por ante el escribano Félix Tomás Ramírez. Tenía entre 8 y 9 años para entonces[2].

  • DE CASTRO, PEDRO: Esclavo negro de los esposos Pedro de Villa y Ana Mateo de Rivera, “con la tacha de ser un poco espasioso en su trabajo”. Teniendo aproximadamente 32 años, el 9 de febrero de 1738 fue vendido en 300 pesos “de a ocho reales de plata cada uno” al capitán Juan del Rosario y su esposa Andrea de Castro por ante el alcalde ordinario Antonio Díaz de Mota, por no haber ni escribano público ni real en El Seibo para entonces[3].

  • DE DIOS, JUAN: Negro boruco de la viuda Rafaela de Mota. Le otorgó carta de libertad el 3 de septiembre de 1762 por ante el escribano público de El Seibo Tomás Antonio González y Fernández cuando contaba con 40 años y estaba “lisiado de las piernas de flema salada”. El esclavo pagó 40 pesos “escudos de a ocho reales de plata”[4].

  • DE LEYBA, JOSÉ: Negro de casta mina, esclavo de Manuel Sorillas (sic), gobernador de armas de El Seibo, que compró al capitán Manuel Marucho. Lo vendió a su hijo Antonio Abad Sorrillas cuando tenía aproximadamente 40 años en 250 pesos “de a ocho reales de plata” el 29 de diciembre de 1753 por ante el escribano público y de cabildo de El Seibo Félix Tomás Ramírez[5].

  • DE QUESADA, JOSÉ: Negro esclavo de Juan Agustín García, vecino de El Seibo. Le otorgó la libertad mediante carta de libertad expedida el 24 de abril de 1753 por ante el escribano público y de cabildo de El Seibo Félix Tomás Ramírez[6].

  • DE ROBLES, SIMONA: Esclava mulata de Salvador Vuela y Vilela, cura rector y vicario foráneo de la villa de El Seibo, que compró a Santiago Labrosa. Por los servicios que la había brindado y por “el grande que se la hase a Dios”, teniendo aproximadamente 50 años, le otorgó carta de libertad el 12 de marzo de 1760 por ante el escribano público Tomás Antonio González y Fernández[7]

  • DE ROSAS, ANTONIO: Negro ladino, esclavo de Andrés de Rosas, capitán “de las compañías del norte y sur de la villa de Santa cruz del Seibo”, que compró al Pbro. Santiago de la Cruz, antiguo cura de Cotuí. Teniendo entre 24 y 25 años, lo vendió a Manuel Núñez, vecino de Bayaguana, en 265 pesos “ de a ocho reales cada uno”, el 20 de abril de 1753 por ante el escribano público y de cabildo de El Seibo Félix Tomás Ramírez[8].

    Fue heredado por Luisa Díaz, nieta de Manuel Núñez [Díaz], quien lo vendió junto a su esposo Luis Félix de las Mercedes en 225 pesos de plata “de a ocho reales” a Dionisio Díaz el 18 de noviembre de 1760 por ante el escribano público de El Seibo Tomás Antonio González y Fernández. En el acto de venta figura como Antonio de la Rosa[9].

    Siendo gobernador de armas de El Seibo, Dionisio Díaz le otorgó carta de libertad el 20 de enero de 1764 por ante el escribano público de la villa, Tomás Antonio González y Fernández, contra el pago de 97 pesos “en plata efectiva”, diferencia restante de lo pagado a su anterior dueño. En este acto figura como Antonio del Rosario[10]. Llama la atención el cambio de patronímico en cada acto auténtico. 


Notas Bibliográficas:

[1] Idem, p.99-102.

[2] Idem, p.107-108.

[3] Idem, p.95-96.

[4] Idem, p.250-251.

[5] Idem, p.133-134.

[6] Idem, p.123-124.

[7] Idem, p.188.

[8] Idem, p.119-120.

[9] Idem, p.193-194.

[10] Idem, p.247-248.

 

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