Muchos apellidos dominicanos
han surgido de la deformación que en su escritura o
pronunciación prohijaron generaciones sucesivas en torno a
la real e inicial ortografía de los mismos. En unos casos,
consonantes y vocales fueron trastocadas por otras y en
otros eliminadas para siempre o intercambiadas en su
correcta sucesión.
Bajo la última modalidad
encontramos el apellido vegano Coste, cuya ortografía
inicial era Cotes, pero que en la segunda mitad del siglo
pasado empezó a transfigurarse por la actual, a partir de un
error en su escritura.
La tradición familiar
sostiene que los primeros en llegar a La Vega con este
patronímico fueron dos hermanos, Vicente y Santiago, quienes
eran de origen francés y procedían de Mayagüez, Puerto Rico. Sin embargo, el recuerdo transmitido por la vía oral se
derrumba ante la prueba documental.
José Vicente Cotes,
escribano público, enterrado en La Vega el 4 de octubre de
1825 a la edad de 57 años, es el más antiguo de este
apellido. En el acta marcada con el número 70 del folio 100,
vuelto, del Libro No.1 de Defunciones de la Catedral de La
Vega, se refiere que, por señalarlo su testamento, se le
hicieron con canto solemne, los oficios religiosos, la misa,
la procesión al cementerio y la sepultura. Todo esto denota
su importancia social.
Si tomamos que el año de
1768 es el de su nacimiento partiendo de la edad que tenía
al momento de su muerte, este José Vicente Cotes es, sin
dudas, el mismo que Carlos Larrazábal Blanco en el tomo dos
de su obra “Familias dominicanas” (p. 23) refiere como hijo
de Antonio Cotes y Catalina Garrastegui y nacido en 1769.
José Vicente Cotes casó con
Rosalía Abréu y procrearon, que sepamos, los siguientes
hijos: Andrés Corsino (n. 1813); María de los Dolores (n. 1814);
Miguel (n. 1819), a quien dieron sus apellidos, pues fue un
expósito dejado en la puerta de su casa; Santiago (n. 1820),
quien casó en 1842 con Antonia Rodríguez Enó o Eneaux;
Mariana, que falleció en 1843 y José Vicente, quien contrajo
matrimonio en 1863 con Clara Pichardo. Conforme la tradición
familiar, José Vicente hijo fue el fundador de la rama que
se extendió en el Este del país.
La autora vegana Patria
Quisqueya Ana Concepción, en su libro
“Más familias
dominicanas”, dice que el apellido Coste vegano no debe
confundirse con el Cotes seibano (op. cit. p.102). Al
parecer, la señora Concepción no ahondó en los archivos de
La Vega ni consultó a miembros de esta familia antes de
hacer esta afirmación.
El cambio por Coste lo
encontramos por primera vez en el acta de bautismo No. 90,
folio 88, del Libro 5 de Bautismos de la Catedral de La Vega,
correspondiente a Juan, nacido el 30 de mayo de 1850 y
bautizado el 17 de junio del mismo año. En el cuerpo del
acta, el apellido de su padre, Santiago Cotes Abréu, figura
como Costes, pero en una anotación al margen, cuyo tipo de
letra evidencia haber sido hecha en una fecha posterior,
dice Cotes, queriendo así rectificar la
“s” sobrante.
En las actas de otros hijos
de Santiago Cotes Abréu y Antonia Rodríguez Enó (p. ej.
Federico, 1852; Lucas, 1865; José, casado en 1868 con María
Alonzo Guzmán y Cristóbal, casado en 1880 con Ana Rita
Rodríguez Abréu) el apellido presenta las formas Cote y
Cotes. Si bien el lapsus aparecido en 1850 resulta aislado
por no repetirse en actas posteriores de los propios
hermanos del personaje citado, resulta la constancia de como
un error material determinó el nacimiento de un nuevo
apellido en el espectro genealógico dominicano.
Fuentes Bibliográficas:
Espinal Hernández, Edwin: Ortografía y
genealogía: Los Coste de La Vega en “De mi quehacer
genealógico”, Instituto Dominicano de Genealogía, serie
Charlas Genealógicas, volumen I, Santo Domingo, 2003
Larrazabal Blanco, Carlos:
Familias Dominicanas, Tomo II,
Academia Dominicana de la Historia, Volumen XXVI, Santo Domingo, Editora
del Caribe, 1969